Integración, convivencia e interculturalidad son palabras que se repiten a menudo, aunque no siempre están acompañadas de gestos que respalden ese propósito. Iniciativas como Arroces del Mundo, una fiesta popular en la que asociaciones de personas inmigrantes y autóctonas comparten mesa y mantel, sí ayudan a reivindicar la riqueza que representa la diversidad cultural y el mestizaje.
En Durango, Arroces del Mundo cumplirá mañana diez años de la mano de la asociación Zabaltzen, el Ayuntamiento, Dendak Bai y Cafés Baqué. Alrededor de 500 personas y un total de 16 asociaciones tomarán parte en la cita, que se organizará en Ezkurdi o Jesuitas dependiendo de la previsión del tiempo, según ha explicado Julián Ríos, uno de los promotores de esta iniciativa.
El origen de esta jornada fue ‘Durango Kosmopolita’, una fiesta que organizó Zabaltzen en San Fausto a través del proyecto Zubiguneak para tender puentes entre la población inmigrante y autóctona que, hasta ese momento, se limitaba a coexistir. Al año siguiente se adoptó el formato de los Arroces del Mundo bilbaínos y, una década después, el proyecto “está completamente consolidado”, en palabras de Ríos.
De doce de la mañana a seis de la tarde, el programa de actividades arrancará con talleres con Inurri, la animación de la txaranga de Ghana y la comida. A los postres habrá reparto de diplomas, danzas, teatro, el DJ Gorka y una chocolatada.
Ongi Etorri Errefuxiatuak Durango también aprovechará la fiesta para lanzar un mensaje de apoyo a las personas refugiadas.