El tren soterrado, manos a la obra

Ya está, bajo el tren al subsuelo como un topo, y como ocurre siempre, ahora toca arreglar el jardín. Me refiero con esta metáfora, a que llega el momento de tomar decisiones y actuar, para modificar esa huella que la trama ferroviaria libera.

La parte de infraestructura ferroviaria que componen la catenaria, barreras, vías… serán retiradas con prontitud, ya están en ello, pero la otra parte, la que no se puede llevar nadie, esa es la más interesante. La parte que queda en Durango, tendrá un recorrido que puede ser tortuoso y lento ya que hay cuentas pendientes, que habrá que resolver, y que son para otro análisis. Hoy quiero referirme a la parte que toca del municipio de Abadiño.

Lo que de ninguna manera podemos permitirnos es que se realice una gestión como la que se gestó con la antigua trama  de la línea ferroviaria a Elorrio, que abandonada durante decenios, acabó saliendo a subasta pública, troceada, con el resultado final de pérdida de un patrimonio público, hoy día imposible de rescatar.

La trama ferroviaria que se libera en Abadiño, desde Fauste hasta Traña tiene que ser gestionada, y no abandonada.

La gestión más adecuada que a mi humilde entender se puede ejercer, pasa por la cesión inmediata del uso al municipio da Abadiño. Una cesión a costo cero, que permita la transformación en un viario de uso compartido (peatonal y ciclable), manteniendo el espacio físico continuo, sin trocearlo, por si en un futuro lejano se precisara su reversión para, por ejemplo desarrollar una línea de tranvía.

Creo firmemente que la transformación de esta zona en un viario de las características que propongo, y que pasando por debajo de la BI 2632, una Durango y Traña por un área tranquila, retirada de las saturadas carreteras del entorno, y vía de acceso directo a la zona sur de Traña. Es una oportunidad que no se puede dejar escapar.

Invito a quienes no tengan del todo claro, a que me estoy refiriendo, que ahora que ya los trenes no pasan por esa vía, se den un paseo por ella desde Fauste hasta Traña, y lo imaginen ya transformado. Doy por seguro que quien lo haga, no podrá entender jamás, que ese espacio caiga en el olvido y se abandone.

Para quienes no se tomen el trabajo de ir y verlo. Y piensan que, para que obras de esas…. Decir que el desarrollo de infraestructuras de este tipo, permiten la redistribución del espacio público, demasiado volcado a favor del vehículo a motor, fíjan nuevas áreas de esparcimiento, mejoran la seguridad vial, y permiten el mantenimiento del patrimonio público. Y lo más importante, se desarrolla la trama urbana de un área, que ya a día de hoy es un continuo urbano que componen los tres municipios de Iurreta, Durango y Abadiño.

Firmado: Alberto Uriguen