
Poder exhibir obras originales de Pablo Ruiz Picasso se antoja un lujo inimaginable para un Museo como el de Arte e Historia de Durango. La pinacoteca local, sin embargo, verá cumplido este sueño a finales de marzo coincidiendo con el 80 aniversario del bombardeo de la villa.
La exposición va a ser parca en elementos pero su valor –incluso más allá del económico-, será incalculable. No todos los días se puede disfrutar a pocos metros de tu casa de dos grabados realizados por Picasso, una carta manuscrita del propio artista malagueño y una carpeta donde guardaba material.
Según ha podido saber durangon.com, un grabado es previo a su obra más célebre, el ‘Guernica’, icono internacional contra las guerras y la violencia, y el otro, posterior. Uno de ellos es un conjunto de varias pequeñas imágenes.
La responsable del Museo de Arte e Historia, Garazi Arrizabalaga, dio a conocer esta primicia en la comisión especial celebrada esta semana en el Ayuntamiento de Durango para organizar los actos conmemorativos del bombardeo. La exposición se ubicará en la sala pequeña de la primera planta de la pinacoteca.
“La pintura es un instrumento de guerra”
“La pintura no está hecha para decorar las habitaciones. Es un instrumento de guerra defensivo y ofensivo, contra el enemigo”. La frase, atribuida a Pablo Ruiz Picasso, refleja a la perfección el grito contra el horror y la barbarie que inspiró al artista malagueño el ‘Guernica’.
El Gobierno de la Segunda República Española encargó el cuadro al artista para la Exposición Universal de París antes del trágico bombardeo de Gernika. Meses después, impactado por el aniquilamiento de una población civil indefensa por orden de las tropas fascistas, Picasso quiso dedicar a la villa vizcaína una de las obras de arte más representativas del siglo XX.
Entre sus grabados, ‘Sueño y Mentira de Franco’ (enero, 1937), fue el primer trabajo de compromiso político con el que manifestó su oposición al Golpe de Estado contra la República. Es un conjunto de dieciocho pequeñas imágenes que Picasso grabó en dos planchas entre enero y junio de 1937 que guardan estrecha relación con el célebre cuadro.