La pandemia del coronavirus y el posterior Estado de Alarma han alterado la vida de toda la sociedad, pero también ha servido para reconocer los caminos a seguir. Dentro del ámbito educativo, este periodo ha confirmado el acierto de la postura tomada, hace ya años, por Maristak Ikastetxea de Durango en su apuesta por las herramientas digitales en la enseñanza.
“Llevamos muchos años invirtiendo en la digitalización, empezando por la formación del profesorado, y trabajando en proyectos europeos como Multieskola o Mobile Learning para ayudarnos a trabajar en esta estrategia”, recuerda Hostaizka Sainz, profesora de Bachillerato e Informática en el centro durangarra. “Siguiendo esta línea, en 2018 logramos ser centro certificado en el nivel avanzado de Madurez TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación)”.
Una estrategia en la que están alineados los cursos de Bachillerato de Maristak, con la asignatura de TIC en todas las modalidades, “para preparar al alumnado con lo que se van a encontrar en la universidad o las empresas, haciéndoles ver la importancia del uso (y del buen uso) de la tecnología”, añade. Circunstancia que también se aplica a la Formación Profesional impartida en el colegio que trabaja en las competencias digitales enfocadas en la metodología ETHAZI, de ciclos de alto rendimiento.
Unido a esto, el centro cuenta con un equipo TIC conformado por toda la rama de Informática que investiga y prueba herramientas, plataformas y tendencias para que puedan ser aplicadas por el equipo docente y el alumnado. “Un grupo de personas que está siendo clave en Maristak durante el confinamiento para seguir con las clases”, destaca Sainz.
Todo este trabajo previo, ha permitido a Maristak Durango una adaptación en tiempo récord a la nueva situación provocada por el Estado de Alarma. “Nos ha pillado con el 90% de nuestros recursos digitalizados, lo que nos ha permitido estar tranquilos y concentrarnos en nuestra labor habitual en un par de días”, asegura.
En la cresta de la ola
Por muy positiva que pueda ser considerada esta reacción, el colegio se ha propuesto realizar una profunda evaluación de estas medidas, para medir el impacto de la digitalización en el aula. De ello se encargará Iratxe Lejarreta, profesora de Informática y Ciberseguridad del colegio, que está preparando una tesis doctoral sobre esta materia.
“Nuestro objetivo es medir todo el trabajo que estamos haciendo, que no solo se base en sensaciones sino en algo sólido que pueda ratificarlo”, explica la docente. “Este proyecto de investigación nos permitirá identificar lo que estamos haciendo bien, para seguir por esa vía, y lo que tenemos que adaptar, modificar o reconducir”.
Una labor que permitirá a Maristak continuar “en la cresta de la ola de ese mar de recursos que es Internet, valorando las herramientas que hay disponibles para el ámbito de la educación y cuál es su impacto en el profesorado y el alumnado. Y, también, observar cuáles de ellas dan mejor resultado en hacer más fácil nuestro trabajo y la adquisición de competencias”, mantiene Lejarreta.
Aval científico
Este trabajo contará con el aval de la comunidad científica, enmarcado dentro de una tesis de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). “No tenemos miedo en exponer lo que estamos haciendo y ya hace un par de años se realizó un estudio sobre nuestras metodologías que dio pie a un artículo en una publicación internacional”, defiende Sainz.
“En Maristak creemos en los pasos que estamos dando, pero está bien que se apoyen en unos datos objetivos y medibles que aporten tranquilidad a toda nuestra comunidad educativa: familias, alumnado, profesorado… ya que todo lo nuevo genera incertidumbre”, aporta Lejarreta. “Más aún en estos días, en los que hemos tenido que adaptarnos de manera instantánea y forzosa, de la noche a la mañana”.
El centro durangarra se ha evitado esos “momentos de pánico” gracias a la seguridad que le otorga la confianza en su metodología. “Esto ha permitido que el proceso de adaptación no haya sido traumático ni vertiginoso, a pesar de que era una situación nueva para todos. Ahora recogemos los frutos de las competencias que hemos adquirido”.
Apoyo docente
A Lejarreta le queda el trabajo de analizar los datos anteriores al Estado de Alarma, recopilar los actuales y analizar y procesar toda esa información “para sacar conclusiones”. “Se trata de que este estudio no se quede en un cajón y nos sirva para la mejora continua en la que estamos inmersos y que se ha convertido en nuestra seña de identidad”, defienden ambas.
También coinciden en “quitarse el sombrero” ante el comportamiento de toda la comunidad educativa, “implicada en el proceso de avanzar continuamente y en hacer de la mejor manera posible todo lo que se pueda”. “Sin pretenderlo”, añaden, “llevábamos años preparándonos para una situación así y algún alumno nos comentaba que menos mal que estaban en este colegio. Ese tipo de comentarios nos animan a seguir por este camino”.