Desde siempre el cine y la televisión han tenido sus clasificaciones en función de las imágenes y los guiones de sus películas y series.
En la época del blanco y negro en la tele, recuerdo los programas de uno y dos rombos, mientras que en el cine eran “tolerada a menores”, “mayores de 14 años”, “mayores de 16 años” y “mayores de 18 años”, luego llegaron tres más: “mayores de 18 años con reparos”, “S” y “X”.
Hoy en día siguen existiendo unas clasificaciones similares y la novedad es que desde Emakunde se establecen también recomendaciones sobre música y canciones a partir del presente 2017.
Todo esto llega durante el verano, período de asueto, fiestas, preservativos gratuitos, nocturnidades y algunas alevosías.
No me extraña ya, viniendo de un Instituto Público gobernado tal cual está.
Sinceramente creo que muchas de las ideas que puedan surgir de Emakunde están condicionadas por una mentalidad de origen y carácter religioso lo cual supone prejuicios y perjuicios.
A lo largo de nuestra vida hemos escuchado bodrios infames, hemos visto películas cargadas de violencia de todo tipo (implícita y explícita) y leído páginas terroríficas, incluso en obras mayores, pero como el 99% de las personas tenemos dos dedos de frente, no por eso nos hemos transformado en agresores sexuales ni en psicópatas asesinos. El hábito no hace al monje.
Tuvimos que encargar que nos trajeran del país vecino, el vinilo original de Jane Birkin “Je t’aime…” para escucharlo a hurtadillas, o acudir a Biarritz o Perpiñán para poder ver “El último tango en París”.
Sugiero pues centrarnos en cuestiones de mayor trascendencia como es la educación de nuestros adolescentes (familiar e institucional). Si realmente Emakunde quiere hacer una auténtica labor social, me permitiría que comience por ejercer presión en el ámbito laboral.
Uno de los abismos diferenciales de los sexos reside precisamente en empleos, sueldos y condiciones de trabajo.
Sólo por poner un ejemplo, existe un conflicto laboral que dura más de 200 días en las residencias de Bizkaia. Buen momento para mediar y obtener reconocimiento.
Sor Pilar, Sor Olga, Sor Felisa y otras tantas del gremio son ya pasado. Ellas me “obligaron” a escribir con la mano derecha, siendo yo zurdo.
El mundo está jodido, pero no tanto. Bailemos lo que nos plazca, Emakunde, y a quien se pase un pelo que le corten los huevos.
Jope Agus. Harrituta uzten nauzu.
Nire lagun on batek esaten du: no hay que mezclar el culo con las temporas. Ulertzen dozu zer esan nahi dudan?. Dantza ezazu gura dozun beste baina ez nahastu arazoak, please
Llego a casa esta noche y me encuentro con tu comentario: las interpretaciones, cada cual la suya, cierto. Culo: ¿recomendación de Emakunde?
Témporas: ¿mi sugerencia? (que tan siquiera llega a recomendación).
O sea, admitimos la recomendación del Instituto de la Mujer y si yo ciudadano sugiero algo (diferente, lógicamente) ¿es mezclar culo con las témporas? Viva la democracia. Harritzekoa da, benetan!
Dale recuerdos a ese amigo tuyo. Ondo izan.
zelako “zaska” Agustiñek emon eitzu !!!
Eres el puto amo, siempre con reflexiones cargadas de humor y verdad.
ZORIONAK Agustín
Muy acertado tu análisis, ya sabes, es lo que tiene tirar de lo público, te permite hacer que haces pero para no hacer nada.
SOLUCIÓN RESIDENCIAS YA!!!