El programa de acogida ‘Oporrak bakean-Vacaciones en paz’ se puso en marcha hace décadas para que niños y niñas saharauis de entre 8 y 12 años pudieran alejarse de las duras condiciones del desierto durante los meses de verano. Son acogidas temporales en familias vascas o albergues que en Durangaldea fueron promovidas por la asociación Herria y que actualmente son posibles gracias a Río de Oro y Hamadako Izarrak.
El Ayuntamiento de Durango ha ofrecido hoy una recepción oficial a 32 menores que han viajado desde los campos de población refugiada de Tinduf. La alcaldesa, Mireia Elkoroiribe, la teniente alcalde Jesica Ruiz y ediles de PNV, EH Bildu y Herriaren Eskubidea han tomado parte en el acto.
“Estamos muy felices de que estéis aquí y esperamos que disfrutéis un montón”, les ha animado Elkoroiribe antes de agradecer a Río de Oro y Hamadako Izarrak el trabajo que realizan para que estos niños y niñas puedan pasar el verano “en un entorno seguro”.
Revisiones médicas
Estas estancias se suelen aprovechar para programar revisiones médicas y mejorar su salud a través de una alimentación equilibrada. Al mismo tiempo se sensibiliza la sociedad vasca sobre la situación del pueblo saharaui y se facilita que estos menores conozcan una realidad diferente a la que viven en los campos de refugiados.
Para colaborar con los campamentos de Río de Oro y Hamadako Izarrak, el Ayuntamiento de Durango les subvenciona con 47.000 y 13.500 euros, respectivamente. Además, el Consistorio les ofrece bonos de verano para las piscinas municipales.