“Si no conseguimos una moto mayor, tendríamos que dejarlo”

Siguiendo la pasión heredada de sus padres, el joven abadiñarra Marco Padreda disfrutaba “subido a cualquier cosa que tuviese ruedas” y con tres años pilotó su primera moto, aunque fue una recomendación médica la que le llevó a adentrarse con mayor convicción y dedicación en el mundo de la velocidad y a comenzar su preparación en la escuela de pilotaje Lorenzo Competición Navarra con tan solo ocho años.

Tras seis meses de aprendizaje, participó en su primera carrera y en su primera experiencia en minivelocidad alcanzó el subcampeonato de Navarra, Aragón y del campeonato Zona Norte, en la categoría minimotos 4.2. Fue el inicio de una trayectoria en la que se han sucedido los podios en diferentes categorías de los campeonatos de Euskadi, de la zona Norte o de Castilla y León.

Estos meses afronta las últimas carreras de la categoría Supermotard 85cc, porque con 15 años cumplidos, Marco está obligado a subir de categoría, pasando a Supermotard road 450cc.  Hasta noviembre seguirá su participación en una competición en la que este año ya ha logrado un primer puesto correspondiente al Campeonato de Euskadi, al ser el más rápido en el circuito de Los Arcos, un segundo puesto en el circuito burgalés de Kotar…

Segundo en Forcarei

Este mismo fin de semana el piloto abadiñarra ha competido en el circuito ‘A Magdalena’ de Forcarei, en Pontevedra, donde el sábado completó una actuación discreta tras superar los problemas con la suspensión. El domingo, con la pista mojada, Marco realizó una buena salida, aunque tuvo que remontar posiciones, firmar la vuelta rápida de la carrera y llegar primero a la meta, además de situarse segundo en la general. Fue, según reconoce el propio Marco “la carrera más bonita de mi vida”.

Aunque sus padres Jorge y Erika lamentan que “las averías y los problemas mecánicos que hemos tenido en algunas carreras” no les hayan permitido estar al 100%, reconocen también su satisfacción por resultados como “el séptimo puesto” conseguido en una carrera anterior en el mimso circuito pontevedrés, donde Marco corrió con la caja de cambios rota y sin embrague, y donde hizo una gran carrera en la que fue remontando posiciones”.

Las limitaciones presupuestarias con las que deben afrontar el calendario hace que sea el propio Jorge quien asuma las labores de mecánico, aunque también le toque hacer de psicólogo, cocinero y todo lo que se tercie. “A nosotros nos resulta imposible llevar las motos al taller o contratar un mecánico para que nos acompañe a las carreras. Otros pilotos que corren con Marco, en cambio, van con tres mecánicos, un camión… Son recursos inalcanzables para nosotros”.

20.000 euros

Jorge Padreda apunta en este sentido que “en nuestro caso, más que patrocinadores tenemos colaboradores como el Ayuntamiento de Abadiño, Jon Montoto o el Durango Sport Club & Spa del Gran Hotel en el que Marco realiza la preparación física. Es una pena que el tema del mecenazgo esté de capa caída, porque las empresas logran ventajas fiscales pero no hay manera de que se animen a patrocinar a jóvenes deportistas”.

A pesar de todo, el deseo de la familia Padreda y del propio Marco es participar la próxima campaña en las carreras de Supermotard 450cc que comenzará en marzo, aunque para ello tendrán que cambiar de montura. “Una moto nueva de esa categoría ronda los 22.000 euros y eso está fuera de nuestras posibilidades”, señala Jorge. Por ello, se conforman con una “de segunda mano, que es de confianza, y que rondará los 15.000 o 16.000 euros, aunque a esa cantidad hay que sumarle por lo menos otros 5.000 euros en gastos de ruedas, de los desplazamientos a circuitos que están más lejos, de incripciones…”.

Temporada “de adaptación”

Para hacer frente a los gastos de la próxima temporada que supone “empezar en serio con la competición porque nos vamos a medir con equipos profesionales”, la familia ha iniciado la campaña de crowfounding ‘Dame un empujón’ a través de la web Gofundme. “Si conseguimos comprar la moto podríamos aguatar con ella unos cinco años, porque ya no hay una cilindrada mayor; pero si no conseguimos la moto, tendríamos que dejarlo”, señala Jorge.

La nueva categoría requiere participar “con una moto mucho más grande que la que tiene ahora”, por lo que será, con toda probabilidad, una temporada “de adaptación. Pero en la siguiente temporada debemos ir en busca del campeonato de España y de Castilla y León,…”, sostiene Jorge.

En cada circuito Marco se medirá con equipos que cuentan con recursos inalcanzables para la familia abadiñarra. “Hay equipos que lo ponen todo: las motos ‘full equip’, los mecánicos y que cubren otros gastos por correr, pero eso supone un desembolso de más de 45.000 euros. En nuestro caso, vamos por libre porque es la forma más barata de competir”.