Menos lobos, Ortuzar

En la apertura del curso político en Zarautz, el presidente del PNV utilizó al igual que lo suele hacer en las campas de Salburua el día del Aberri Eguna o en el más reciente del Alderdi Eguna, sal gorda en cantidad suficiente como para salar un par de toneladas de bacalao, porque ahí es nada con la conclusión que hay que extraer de su discurso que no es otra que “si Sánchez quiere volver ahora a la Moncloa tendrá que reconocer a Euskadi como nación”. Supuesto que así lo hiciera, Sr. Ortuzar, cuando el PP vuelva al poder porque eso sucederá por aquello de nadie permanece eternamente en él salvo los dictadores ¿cuánto tiempo pasaría para que el PP pasara la goma, es decir, derogase tal decisión?

Su discurso además de complacer a sus fieles esconde varios objetivos. Uno, intentar hacer olvidar que tampoco el PNV ganó las últimas elecciones y que si está donde está es porque tiene como socio al PSE y si no apoyara a Sánchez y entregara el poder al PP, entre la falta de apoyo del PSE y el creciente empuje de HB Bildu, sus días de vino y rosas en la gobernabilidad de Euskadi habrían acabado –por lo menos de momento– tras 40 años de estar en ello. Por otro lado, mientras se habla de pájaros y flores, haciendo, intentando mejor, que miremos el dedo que apunta a la Luna y así dejemos a esta en un segundo plano, sacando pecho y poniéndose duro con Sánchez, está marcando territorio a su actual rival político más importante por estos lares al que acusa sin ambages de “filibusteros políticos” por su apoyo a Sánchez. (No olvidemos que las elecciones autonómicas están a un tiro de piedra y …)

Más todavía. En tanto sigamos la línea de su discurso “queremos ser una nación, queremos ser una nación….” no fijaremos nuestra atención en lo que de verdad interesa a la ciudadanía que no es otra cosa que mejore la calidad en sanidad, esa que viene decayendo a través del tiempo, poner medios y orden en la Ertzaintza, el tema de la vivienda, trabajar en recuperar atractivo  para Euskadi y esforzarse en que la seguridad ciudadana alcance los valores que hasta hace no muchos años atrás tenía.

Y como decía un lector de un diario local acerca del tema,  “vuelve PNV a tu rol de partido vasco de derechas, leal con España y exigente con las transferencias y capacidad de autogobierno y no te muevas de ahí”. Y quizá le falte añadir al comentario un, “y no intentéis convencernos de otra cosa porque no iréis bien “.

Rafael Hidalgo