El Ayuntamiento de Durango avanza en la reparación y mejora de espacios públicos conservando el arbolado urbano y ejecutando obras de reparación y sustitución de pavimentos que permitan garantizar la accesibilidad en el municipio.
Una de las actuaciones que se está ejecutando en este momento afecta al gran árbol ubicado en la calle Fray Juan de Zumárraga, cerca del portal3D de San Ignacio. Se trata de un ejemplar singular de ‘ginkgo biloba’, de gran porte y que crece en mitad de la acera. De hecho, sus raíces han roto el pavimento que lo rodea, “pudiendo crear situaciones de peligro para quien pasea cerca”, en palabras de responsables municipales.
Dado su tamaño, buen estado y alto valor ambiental, el Ayuntamiento ha llevado a cabo la limpieza de su entorno con el apoyo de un técnico especialista en arbolado. Para garantizar su conservación y mejorar la accesibilidad de la zona, se está construyendo un parterre verde que dividirá la acera en dos espacios. Estos trabajos están siendo realizados por la Brigada Municipal y se prevé que concluyan esta misma semana.
Nuevos ejemplares
En cuanto a la morera que se taló hace unos seis meses en el parque de Pinondo por el riesgo que suponía para la ciudadanía, ya se ha plantado un nuevo árbol en el mismo lugar, cumpliendo el compromiso adquirido entonces.
Además, dentro de las acciones municipales para la reposición de arbolado, se han plantado 14 nuevos ejemplares en distintos alcorques del municipio, “sustituyendo aquellas faltas surgidas a lo largo del año”.
Me sorprende que se respete un árbol en este pueblo porque como bien dice yosuas se cargaron aquel árbol por no contar los tilos de de Ezkurdi y Magdalena y los sauces llorones de Sasikoa y seguro que habrá más.
Me parece muy bien que se intente conservar los árboles en buen estado. Siempre nos aportan beneficios: sombra, limpieza del aire, refugio de aves…
Lo que no me parece tan bien, por no decir muy mal, es que se talara un ejemplar de Gingko Biloba en la zona de san Agustín. En el parque "elevado" donde hace unos años anidaban las cigüeñas en un hermoso cedro. Aquél árbol estaba en buen estado y era una gozada contemplarlo.
Pienso, que al ser hembra y todos los años echaba un montón de frutos (como ciruelas) que, la verdad, tienen un olor un tanto fuerte pudiera molestar al chalet-vivienda contiguo. Es cierto que han plantado otro árbol en su lugar (no un Gingko), pero insisto, me ha parecido una actuación desafortunada.