25 años cuidando al pequeño baserritarra

La Cooperativa DIBA se ha convertido en todo un referente en Durangaldea. En un cuarto de siglo de andadura han cumplido con eficacia con su principal objetivo:  dar servicio a los pequeños baserritarras de la zona. Entre los proyectos que pretenden poner en marcha, destaca la instalación de una tienda de productos agrícolas y transformados agrarios para que sus socios puedan vender su género.

La cooperativa DIBA (Durangaldeko Baserritarren Alkartea) se fundó en el año 1987, impulsada por las cooperativas CAVA de Igorre y MIBA de Markina. El proyecto se creó con el objetivo de dotar a los baserritarras y ganaderos de la comarca de un servicio colectivo. Su actual presidente Javier Olaso, recuerda que “los inicios no fueron fáciles, porque había mucha competencia y el capital social era pequeño”.

Aún así, la cooperativa continuó funcionando y a finales de los noventa se trasladó de su local de Astola en Abadiño, a la actual sede junto al caserío Murueta de Matiena. “El número de socios apenas ha cambiado en los últimos diez años”, señala Javier Olaso, aunque para el presidente este aspecto no es tan importante. “Nosotros damos el mismo trato a los que son socios, como a los que no lo son”, matiza.

De lo que sí está orgulloso Olaso es que Diba no tiene ninguna deuda. “El cliente principal siempre ha sido el pequeño baserritarra”, señala. Gracias a ello han conseguido mantenerse . “Aunque los beneficios no sean grandes, no nos arriesgamos a contraer grandes deudas”, declara Olaso diciendo que las grandes ganaderías han ido menguando con los años.

Los baserritarras cambian

En este cuarto de siglo, el perfil de los baserritaras y los socios ha cambiado con los años. “Antes la mayoría de los socios eran ganaderos de leche y carne, así que lo que más vendíamos eran piensos”, recuerda el presidente. Pero con la entrada en Europa y la importación de carne y leche, junto al aumento en el precio de los piensos, los ganaderos locales han ido menguando.

Ahora las ventas de piensos han bajado, pero se vende más suministros de tienda, como material de labranza, semillas y demás productos para la agricultura o la cría de animales. “Eso compensa la balanza”, señala Javier Olaso.

El presidente lamenta la falta de facilidades por parte de la administración para la venta directa de los productos; “lo más lógico es que los productores vendan a los consumidores que tienen al lado, pero eso no se aprovecha”, se lamenta Olaso.

En DIBA no se conforman con cumplir 25 años y tienen planes de futuro, como el de instalar una tienda de productos agrícolas y transformados agrarios, para que sus socios puedan vender su género.

DURANGON. Noticias de Durango