“Somos una explosión que deja al público conmocionado”

El grupo de baile Boom Shock ofrece lo que promete: una explosión de talento, fuerza y entusiasmo “que deja asombrado al público”, aseguran. Estas ocho chicas, alumnas de la escuela de danza L’atelier de Durango, acaban de demostrarlo con el segundo premio en el festival AkaDantz recientemente celebrado en Elorrio. Un triunfo más en una carrera, aún corta pero intensa, que augura muchos futuros éxitos.

El conjunto está formado por cinco chicas de Durango -Laura Gogeaskoetxea, Paule Mallagaray, Ane Leturiaga, Andrea Caro y Candela Zabala- además de June Martín, de Atxondo; Maialen Larrinaga, de Abadiño, y la elorriarra Ane Pérez. Tienen entre 14 y 17 años, pero llama la atención su madurez y la pasión con la que hablan del baile.

Han logrado formar un equipo muy unido -“una pequeña familia”, como ellas definen- que mezcla distintas disciplinas para formar un estilo propio “con mucha técnica y un toque funky”.

Todo empezó con un curso de verano de refuerzo que les propuso su profesora en la academia porque ya les veía “una energía especial”. Algunas de ellas solo se conocían de vista, pero esa experiencia les animó a unirse y, empujadas por su monitora Leire Cotoré, se animaron a participar en el concurso de baile ‘Starship’ de Bilbao, en noviembre de 2012. Se llevaron el primer premio.

Técnica “explosiva”

“Esta experiencia nos hizo ver que podíamos funcionar como grupo y seguir probando suerte en otros certámenes”, recuerdan. El resultado, hasta el momento, es un tercer premio en el festival D’zanp y el segundo puesto en el apartado ‘Esperimental’ del AkaDantz de Elorrio, en el que participaron 22 conjuntos de Euskadi y Cantabria. Un buen bagaje teniendo en cuenta “el escaso circuito de concursos de baile moderno que hay en la zona”, lamentan.

Su secreto: “Lo damos todo en el escenario”. “Por eso creemos que el nombre Boom Shock nos define tal como somos. Tenemos una técnica brutal, como una explosión, que deja a la gente conmocionada”, afirman.

Cotoré lo confirma. “Está claro que las chicas valen. Y no solo le ponen muchas ganas, sino que durante el tiempo que llevan juntas han mejorado mucho más, tanto en su técnica y elasticidad, como en las ganas, la actitud y la motivación”, ratifica la profesora. “Tampoco hay que olvidar el buen rollo que mantienen entre ellas, que les ayuda a superar todos los sacrificios que hacen”.

No solo baile

Y es que las ocho integrantes de Boom Shock renuncian a interminables horas de su tiempo libre y a muchos fines de semana para mantener la calidad de sus propuestas. “La gente no se hace a la idea de todo el trabajo y esfuerzo que hay detrás de cada actuación. Preparar una coreografía de 3 minutos, con todas perfectamente coordinadas, nos puede llevar meses”, comentan.

“No es solo bailar, hay que pensar una idea, una historia original. Y tener en cuenta el vestuario, la ambientación”, matizan. En ese aspecto, reconocen, puede estar su punto débil. “No son concursos de belleza ni de teatro, así que nos entregamos en los movimientos y en los pasos, pero es cierto que el jurado valora cada vez más la escenografía y tendremos que esforzarnos para mejorar esos detalles”.

Pero el objetivo de pasarlo bien, aprender de cada experiencia y transmitir su “alma” al público se cumplen, a su entender, cada vez que salen al escenario. Ya trabajan en su próximo trabajo que presentarán en la nueva edición del concurso D’zanp, el próximo mayo. A partir de ahí, solo desean seguir dándose a conocer, aprovechar todas las oportunidades que surjan y continuar dejando a los espectadores “en estado de shock”.

En la foto superior, de izquierda a derecha: Laura Gogeaskoetxea, Paule Mallagaray, Ane Leturiaga, Andrea Caro, Candela Zabala, June Martín, Maialen Larrinaga y Ane Pérez.