Megapersonas y populacho

Resulta difícil castellanizar el vocablo de moda “vip” impuesto por el dominio angloamericano del argot financiero, “very important people”. Megapersona, superpersona, prócer, “figura” son conceptos que podrían acercarse al tan rabiosamente comercial y crematístico que nos han dictado yankis e ingleses. Al cual podríamos oponer, como polo opuesto de referencia, ese otro de populacho, chusma, plebe, proletarios, muertos de hambre y similares. Los angloamericanos han acuñado también el término “porkys” que apunta a Portugal, Irlanda, Grecia y España como prototipos de ese populacho castigados por la crisis. Pero el caso es que en estos países, en Africa, en todo el mundo, frente a ese populacho que está pagando las facturas, también hay VIPS que comparten fortunas y tesoros con todos los VIPS del mundo entero. 

Pero a lo que iba. La prensa está aireando las proezas de la agencia de calificación Moody’s, que ha  cifrado en 50.000 millones las necesidades de capital de las entidades de crédito españolas y a la que el Congreso de EEUU ha considerado como una de las culpables de las malas prácticas que provocaron la crisis económica que padecemos.

Pues bien, los cinco directivos mejor pagados de esta insigne firma de calificación se repartieron en 2010 entre sueldos y “bonus” unas retiribuciones totales de 20 millones de dólares, con un aumento del 60% con relación a los años anteriores. Eso es un VIP con todas las de la ley… La cúpula de Moody´s gana el doble que en 2005, pese a que desde entonces el resultado operativo ha caído el 17% y el beneficio cerca del 10%.

Y cuentan y no acaban de los enormes de sueldos, primas y emolumentos VIPs y directivos de entidades financieras, bancos, cargos políticos y demás… O sea que la crisis les sienta divinamente a los VIPs, y los recortes en nuestras pensiones, en nuestros salarios, en el estado de bienestar que disfrutábamos hasta ahora, están siendo utilizados para pagar sumas astrónomicas a los VIPS, y para engordar sus cartillas de ahorro en lejanos y escondidos paraíses financieros…

Y pasamos el Estrecho, y nos encontramos en el Magreb y en Oriente Medio otros VIPS que para más inri se autoproclaman Presidentes, Emires, Sultanes o Reyes vitalicios de sus propios países, VIPS a perpetuidad ellos y sus descendientes, mientras las poblaciones mueren de paro, hambre y luchas en la calle. Y más  allá, por el Indico o el Extrema Oriente, los VIPS son altos mandos políticos o militares de este o aquel partido de corte totalitario que gobiernan a sus pueblos con hambre y jornadas laborales de 24 horas diarias.

Pero no debemos ser injustos ni excesivamente críticos con nuestros gurús de las finanzas internacionales o nacionales… En el foro de Davos, un foro que reúne anualmente a lo más granado de los VIPS de todo el mundo, incluídos políticos de altos vuelos, Bob Diamond, consejero delegado de Barclays Capital, afirmó que “El tiempo del remordimiento y las disculpas tiene que terminar”. Y en la misma línea, Jamie Dimon, de JP Morgan, añadió que “el apaleamiento de los bancos debe terminar, la mejor forma de recuperar el crecimiento reside en que los bancos sean dejados libremente para financiar la recuperación económica”.

!VIPS!. Carlos Carnicero, master en relaciones internacionales de la UE, cuenta en el cuadernillo “Negocios” de El País, que “hasta 1975 se produjo un descenso de la remuneración en el mundo financiero, pero se volvió a disparar de nuevo a partir de los años ochenta, al calor del capitalismo desregulador patrocinado pro Thatcher y Reagan. A pesar de la grave crisis que sufrimos, los excesos salariales continúan intactos”.

La semana pasada, el jefe del Gobierno español ha dialogado por segunda vez en muy poco tiempo con los cincuenta VIPS más VIPS de la economía española. Y piensa repetir el encuentro en fecha próxima.

Una bandada de VIPS, figuras, próceres, frente a un populacho sumido en una crisis de caballo, peleando frente a ERES, hipotecas y desahucios, recortes salariales, paro. Enfrente, a una Grecia en crisis y en luchas internas, a una Irlanda en bancarrota, a un Portugal que se ahoga y pide ser rescatado, y a una España que ahora se queda la última de la fila… Mientras ellos, los VIPS, amontonan millones y llenan las arcas de los paraísos fiscales.

Una bandada de buitres que no acaban de saciarse de tanta carroña. Y los gobiernos que deberían defender al pueblo de tanto abuso, reclamando más sacrificios, más recortes. Y los líderes religiosos los bendicen, y los ejércitos y las policías les hacen la guardia.

Honorio Cadarso es periodista