Estado de malestar

“Las políticas sociales
no son nunca una conquista
acabada y definitiva, están
expuestas a ataques
permanentes”, comentó el
profesor de la Universidad de
Salamanca Salvador Martí
en un encuentro celebrado en
Deusto el pasado fin de semana.
Para Martí, tras un
período de
autocomplacencia y de vacas
gordas en las décadas 1980
y 1990 en que los ciudadanos del
estado español
alardeábamos de que
“!estamos como dios!”, el nuevo
milenio nos ha hundido cada vez
más hondo en un pozo de
malestar social. 

De esta pérdida del
estado del bienestar y de este
estado de malestar en que
estamos han dado fe dos
manifestaciones en dos fines de
semana seguidos, que uno se
pregunta que por qué
fueron dos, si en las dos se dijo lo
mismo o parecido, que por
qué no se unieron los unos
y los otros en una sola
manifestación…

Pero a lo que iba. Junto con
Salvador Martí,
María Eugenia Ruiz Palop,
de la Universidad Carlos III de
Madrid, y Javier Arellano, de la de
Deusto, presentaron y comentaron
el estudio sobre el Movimiento 15-
M en Euskadi redactado por
encargo del Gobierno Vasco.

Este estudio incide en detalles
un tanto sorprendentes: la edad
media de los que ocuparon la
plaza del Arriaga en Bilbao era de
30 años, el 50% de ellos
tenían estudios
universitarios, el 58%
tenían un puesto de
trabajo.

El éxito de la
convocatoria vía Internet,
tanto en número como en
calidad de los que acudieron,
sorprendió y
desbordó a los
convocantes, que tuvieron que
intentar a toda prisa dar forma a
las reivindicaciones que
sentían las personas
reunidas en la plaza del Arriaga.

La profesora María
Eugenia Ruiz Palop intentó
definir el ideario del 15-M
presentando y comentando
algunos de los “slogans” que
más sonaron tanto en
Madrid como en Barcelona como en
Bilbao y en las 53 ciudades del
estado donde se produjeron las
concentraciones deel 15-M.

“Si no nos dejáis
soñar, no os dejaremos
dormir”. “El pueblo unido funciona
sin partidos”. “No somos
mercancía de
políticos y banqueros”
“Psoe y PP, la misma mierda es”
“Dónde están, no se
ven Comisiones y UGT”. “Los
banqueros y empresarios, los
sindicatos mayoritarios”.

El Movimiento 15-M inaugura
una forma nueva de hacer
política, no solo se
manifiesta en la calle, se instala en
ella por largos espacios de tiempo.
El Movimiento 15-M despierta a la
acción política a un
número importante de
ciudadanos que antes “pasaban”
de la política, y ahora
inician una nueva forma de
intervenir en lo público al
margen de los partidos
políticos y los sindicatos y
denunciando muy agresivamente la
supuesta o real corrupción
de los unos y los otros.

Pocos días
después del 15-M, este
Movimiento se enfrentó en
Madrid a los participantes en las
Jornada Mundial de la Juventud
 y a la ingerencia de la
Iglesia católica en la vida
pública y el apoyo
económico que recibe del
estado. Y más tarde a los
desahucios de viviendas por
impago de las hipotecas.

En la reciente
manifestación de alcance
estatal convocada por CCOO y
UGT, grupos del 15-M han
montado su propia
manifestación paralela y
con cierto aire de crítica y
acusaciones a los sindicatos.

Mientras tanto, el gobierno
salido de las elecciones del 20-N
sigue su marcha triunfal por el
camino de las reformas, esa
reformas que para unos nos van a
hundir más en el pozo del
paro y el malestar social, y para
otros nos van a traer, aunque muy
a largo plazo, una vuelta al camino
del pleno empleo…

O sea, que el ciclo o la etapa
de la Sociedad del Bienestar se da
por finiquitada, y no hay fecha para
su recuperación.

¿Y los del 15-M? Han
perdido presencia y protagonismo,
cierto, pero no han desaparecido,
al menos así lo comentan
quienes siguen animando el
ambiente en Euskadi y en todo el
estado. Y a una voz, los tres
profesores universitarios que
intervinieron en Deusto expresaron
su convencimiento de que “el
impulso del Movimiento 15-M
podría revitalizar en
España la
participación ciudadana en
lo pública, en un tipo de
actividad política no
institucionalizada”.    
       
       
       
       
 

Honorio Cadarso es periodista