B & B

Voy un poco desfasado, porque fue la semana pasada cuando Bárcenas y Berlusconi coparon titulares. Pero no me resisto a dejar un par de comentarios sobre estos dos elementos.

No sé por cuál de ellos empezar, porque, ciertamente, su trayectoria no tiene desperdicio. Pero, tras una mínima pausa, he de reconocer a cada cual su verdadero estatus, y si se trata de valorar, aun someramente, y tanto cuantitativa como cualitativamente los desmanes de este dúo, es imposible desbancar al ???Cavalieri??? del primer puesto del cajón.

Don Silvio lleva años, muchos años, haciendo y deshaciendo a su antojo, cuanto  le apetece, en el país transalpino. Controla, desde hace décadas, los principales medios audiovisuales y gran parte de la prensa escrita italiana, y, desde esa privilegiada tribuna, no ha dudado en manipular a las masas, haciendo gala de esa dosis de populismo que tan bien maneja y que tantos dividendos le ha reportado.

Tantos que ha llegado a ser cabeza visible de un gobierno producto de distintas reelecciones. Con todo lo que le iba cayendo. Porque, desde luego, en un derroche de falta de pudor, no dudó, incluso, en modificar la legislación estatal, para exonerarse de sus variopintas fechorías. Fechorías que diversos fiscales elevaron al rango de delitos por cuya comisión vino siendo sistemáticamente acusado, y absuelto a resultas de oportunos cambios en las normas que debían resultarle aplicadas.

Y al más puro estilo mafioso -ese mismo que ha gastado durante lustros- ha visto cómo ha sido condenado a una pena privativa de libertad de siete años, por sus avatares sexuales habidos con una menor. Como el mismísimo Capone, que resultó encarcelado por no no saldar sus cuentas con el fisco, como mandaban los cánones.

Lo de Bárcenas ha sido otra cosa. Su historia suena a la de gañan venido a más. A la de persona que parece que puede haber distraído sus escrúpulos, en beneficio de su propio provecho. Eso sí, en connivencia con los poderes fácticos del momento, que, de momento, parece que capean el temporal y se mantienen inmunes, como lo hacía Berlusconi hasta hace un par de telediarios.

Resta por ver si el interfecto termina por ???tirar de la manta??? de forma definitiva.  Ha amagado con hacerlo, así que es de esperar que alguien, algún pez gordo, siga esta causa con singular preocupación. Por si las moscas.

Pero creo, con todo, que lo peor de tandems como éste es, en última instancia, que no terminan de granjearse entre el gran público, la falta de consideración de la que se han hecho acreedores, a pulso. Una vez más, parece que el dinero y el poder, dulcifican cualquier píldora. Al fin y al cabo, e incomprensiblemente, la delincuencia de cuello blanco siempre ha sido mejor tolerada que la marginal. Y no sé por qué.

Jon Andoni Bengoetxea es abogado y presidente de la Cultural de Durango