Ayudas sin trampa

Inmovilismo, dejar todo como está, no abrir la posibilidad al debate, a contrastar ideas… Parece que esta actitud, la de mantenerse con los brazos cruzados, la más fácil, es la que impera entre la mayoría de los políticos vascos. Es ponerse unas orejeras para no entrar de lleno en una cuestión de suma importancia: que las ayudas sociales lleguen realmente a quien más las necesiten, sin trampas.

Este es el planteamiento que ha mantenido el Partido Popular en Euskadi y que parece que ha sonrojado a más de uno. Dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver y aquí tenemos un ejemplo claro. Mientras el propio consejero del ramo, Juan María Aburto, reconoce que es necesario replantearse el sistema de ayudas, desde su partido se escuchan críticas feroces emplazando a no revisar nada, a quedarnos como estamos.

Un punto de partida, en mi opinión, totalmente equivocado. Mantener el ‘status quo’ significa que los políticos permitamos que se perpetúen las desigualdades y que, mientras hay ciudadanos que no pueden acceder a las ayudas, haya otras muchos jetas que se aprovechan del sistema. Cada cual sabrá los motivos por los que entró en política, pero desde luego mirar hacia otro lado y aparcar el debate nunca ha sido una actitud propia del Partido Popular. Para cambiar las cosas hace falta valentía, lo contrario, es resignarse con lo que hay.

Juanjo Gastañazatorre es concejal en Durango (PP)