Ni los animales

El día 21, el 27, el 28, el 30 y el 31… ¡Basta ya! Vivimos como en una pesadilla. Un día sí y otro también se me ponen los pelos de punta y se me revuelve el estómago ante todas las agresiones sexistas de las que hemos tenido noticia este verano. Violencia machista que ha tenido lugar en las fiestas de Vitoria, Bilbao y también en nuestro municipio.

Siento asco al recordar la violación múltiple en los ‘Sanfermines’ y tampoco puedo olvidar el asesinato de Nagore Laffage, hace ya 8 años también en Pamplona. Barbaridades que no creía que podían cometer ni los animales.

Las denuncias que se presentan siguen siendo la punta del iceberg. Y así lo demuestran diferentes estudios sobre violencia de género y los informes del poder judicial. Os remito al artículo que publiqué en este medio ‘Todos los días del año son 25-N’.

Un gran iceberg que siempre ha existido en nuestra sociedad pero del que solamente veíamos una pequeña punta. En esta sociedad patriarcal en la que, aún hoy, hay voces influyentes que subidas en púlpitos o tribunas sueltan barbaridades. Barbaridades alentando a los maltratadores que, además, deberían considerarse delito. 

¿Qué está pasando? Muchas voces argumentan que antes no se denunciaba y que actualmente lo que sucede es que se denuncia más. Esta puede ser una de las razones, pero no es la única ni la más importante. Porque tenemos claro que no se están poniendo los medios suficientes para que la sociedad deje de socializarse dentro unos roles patriarcales, ni para educar a la juventud en los valores de igualdad. La educación es el medio más efectivo por no decir el único, en esta sociedad machista y patriarcal, para acabar con la desigualdad entre hombre y mujeres. 

Tenemos que ir a la raíz para erradicar el machismo, la violencia de género y la desigualdad.  A la Educación. Hace falta mejor educación en nuestras casas y en nuestros centros escolares. Mejorar el proceso de socialización, y eliminar esos modelos, esos roles que  asumen la juventud en actualidad. Roles que vemos diariamente en nuestras casas, en las escuelas, en la tele, en el cine, en las redes sociales…

Tenemos que rebelarnos ante las reformas educativas retrógradas. Reformas que no ofrecen educación cívica ni ética a la juventud y que cargan el peso total de la educación en una familia que, mayoritariamente, es patriarcal. Reformas que son pasos gigantes hacia atrás.

Debemos salir a la calle ante las agresiones y ante este tipo reformas educativas que favorecen la desigualdad. Hay que acudir hoy a la concentración que el movimiento feminista organiza en Andra Mari, a las 20.00 horas, para plantar cara a estas cinco agresiones machistas en una semana. Y salir todas las veces que sean necesarias.

Pilar Ríos es concejala en Durango (PSE-EE).