Recogida de medicamentos en Elorrio para paliar las carencias en el municipio venezolano de Chaima

“El billete de mayor valor que existe en Venezuela es de 100 bolívares y un solo huevo cuesta 200 bolívares”. Así de gráfica es la exposición del elorriarra Iñigo Murua para explicar la dramática situación en la que vive durante gran parte del año.

“Es un país acuciado por la inflación y por la corrupción, en el que el Gobierno, la oposición y quienes disponen de productos de primera necesidad especulan con las mercancías para venderlas a precios desorbitados”. Para llegar a esa situación Murua explica que el país basaba su economía en el petróleo, pero el descenso en su precio ha llevado al país a la ruina.

Ese hecho impide al país importar artículos de primera necesidad, incluida la comida, aunque algunas reformas introducidas para expropiar terrenos y cederlos a la población rural han permitido poner un poco de esperanza tras la recuperación de la agricultura como actividad económica.

No ocurre lo mismo con las medicinas, ya que estas deben ser importadas y el país carece de recursos económicos para ello. “El problema de desabastecimiento es enorme y no basta con tener dinero para conseguirlas”.

Atención sanitaria a 500 personas

Por esa razón Murua vuelve a poner en marcha una campaña que ya desarrolló el pasado año con buena aceptación y que permitió dar atención sanitaria a más de medio millar de personas en una comunidad indígena del municipio de Chaima. Esa localidad que se extiende en unos 400 kilómetros cuadrados de terreno cuenta con una población de 50.000 habitantes, de los que unos 12.000 son indígenas.

Las medicinas más demandadas por la población son Sarcop crema, un tratamiento contra la sarna, enfermedad que afectó no solo a esa comunidad sino a gran parte del país. También solicita la donación de productos de tratamiento contra los piojos y las lombrices, además de Buscapina que permite paliar las afecciones intestinales.

Murua solicita además la donación de todo tipo de analgésicos, tales como ibuprofeno y pracetamol, así como de compresas, tanto para las pérdidas de orina como para la menstruación, “porque es imposible conseguirlos allí”.

Estos productos pueden entregarse en las dos farmacias de la localidad, la de Larrañaga-Balenciaga situada en Berrio-Otxoa kalea, y la Jaio-Olabarrieta de Erreka kalea, que colaboran en esta iniciativa junto al Ayuntamiento de Elorrio, la parroquia, el Convento de Santa Ana de las Dominicas, además de otras entidades como Cáritas, que recibirá las donaciones los lunes de 17.30 a 19.30 horas. El último día de recogida es el 22 de diciembre.

Otra de las iniciativas sanitarias que pretende desarrollar es la consistente en realizar donaciones “dirigidas a sufragar el coste de atención sanitaria de una persona”.

Pollos y gallinas

La campaña que está realizando Murua da continuidad a la emprendida el pasado año, pero con un pequeño cambio. La desarrollada en septiembre del pasado año consistió en “recoger medicinas y material escolar y ahora hemos optado por recoger donaciones económicas para poner en marcha una granja de pollos de engorde y de gallinas ponedoras”.

Con una inversión aproximada de 1.500 euros el joven elorriarra pretende crear una granja que mediante la venta de carne o de huevos siga generando recursos económicos que se reinvertirán en la propia explotación avícola.

Murua espera tener más éxito que con la iniciativa sufragada el pasado año por la Cofradía Berrio-Otxoa, que realizó una donación para crear una treintena de letrinas en una comunidad indígena. Pero la materialización del proyecto se ha ido retrasando y “debido a la inflación sólo podríamos poner en marcha menos de la mitad de las previstas; creo que no más de diez o doce”.