La vuelta al cole

Esa es la frase más escuchada desde finales de agosto, esa y la del síndrome postvacacional. La llegada de septiembre no la recibimos todas y todos con la misma alegría. Está claro que lo que para algunas y algunos es motivo de alegría, para otras y otros de más corta edad es motivo de pereza y/o tristeza.

Evidentemente, así como no todas y todos tenemos la misma reacción ante la vuelta al trabajo, no todas las niñas ni todos los niños reaccionan igual a la vuelta a las aulas. Por desgracia para algunas niñas y niños la vuelta al colegio es una vuelta al estrés y al miedo. Miedo que algunas y algunos generan practicando otra de nuestras lacras: el bullying.

No todas y todos somos iguales, y demos gracias a que eso es así, ya que en la diversidad está la clave del desarrollo humano. Las personas no son mejores o peores que otras, son diferentes entre sí y nadie tiene derecho a marcar a nadie por una diferencia. Esperemos que las y los chavales vayan tomando conciencia de que no hay que apartar a nadie, que nadie es menos que nadie y, sobre todo, que nadie es más que nadie.

Cuan triste ha sido ver como madres y padres de un colegio aplauden el hecho de que a un niño con el síndrome de Asperger se le cambie de aula. No ha ocurrido aquí pero es igual de triste. ¿Qué enseñanza se va a dar a las niñas y los niños con esa actitud? El síndrome de Asperger es un trastorno del espectro autista que puede generar ciertas necesidades en aquel o aquella que lo padece. Pero ni este síndrome ni ningún otro ni nada hace menos a nadie. Sin embargo la actitud victoriosa de las madres y padres que aplauden la discriminación de una persona sí los hace menos. Los hacen menos personas, menos humanos.

La discriminación nunca es la solución a ningún problema, al contrario, lo agrava. Todas las personas deben ser integradas en esta sociedad, cada una con sus características. En Durango tenemos un claro ejemplo de ello, la asociación Geu Be. Geu Be es el mejor ejemplo que podemos encontrar de integración, admirable y un ejemplo a seguir.

Entonces, a escasos días de que se inicie el nuevo curso, recordemos que nadie es más que nadie, recordemos que no hay que apartar a nadie en el recreo, no hay que insultar ni agredir a nadie porque no sea como nosotros. Nadie es como uno mismo porque todas y todos somos diferentes. Por lo tanto y siguiendo el ejemplo que Geu Be marca en nuestro pueblo te digo… NO ME MIRES RARO!!!

Goiztidi Díaz es concejala en Durango (EAJ-PNV)