“Cuando seas padre entenderás lo que hay que hacer a veces por los hijos”. Me lo comentó hace un poco un señor bastante mediático. Falla el sistema: No soy padre, no llego a interiorizar.
“Yo por mi hijo mato, maaaato” afirmó en la TV uno de esos personajes. Debió ser la novia de España. Así será si así lo afirma, aunque espero que cuando llegue a esa situación se lleve a su hijo a la cárcel con ella.
Asesinan a una pareja de ancianos y uno de los implicados, además de menor de edad tiene a sus padres en la cárcel. Falla el sistema.
Desestructuración familiar, falta de educación, de respeto, de responsabilidad en los jóvenes. Los padres están fuera de casa todo el día inmersos en su trabajo y sus ocupaciones. Los maestros se quejan por los cristales rotos, por los alumnos que no sólo no respetan a sus superiores sino que además, si se sienten ofendidos por el comportamiento de sus tutores, recurren a las AMPA para demonizarlos. Me equivoco. No tengo ni la más remota idea de cómo funciona ésto porque no tengo hijos. De nuevo falla el sistema.
Por la izquierda combatir las desigualdades sociales y por la derecha seguridad. Falla el sistema.
Para que nos entendamos, el sistema es como una sociedad anónima donde quienes te roban no son fulanito y menganito sino las entidades bancarias, esas nebulosas en cuyo interior enmoquetado pululan multitud de señores encorbatados y señoras también.
Falla el sistema: Agustín por no haber tenido hijos, Raúl por haberlos tenido y permitir cualquier cosa por ellos, sin exigir ni respeto, ni méritos, ni esfuerzo: “Toma el puto móvil de 500,- €uros y así te entretienes y me dejas tranquilo”. No quiero generalizar.
Falla el sistema: El AMPA no reconoce la autoridad del maestro en la clase. Los adolescentes no la respetan. El profesor no se hace respetar. Faltan valores.
Falla el sistema: Lo que no se consigue de los padres te lo dan los abuelos, porque ellos vivieron en una época de privaciones y no quieren que los nietos pasen por lo mismo.
El sistema tiene nombres y apellidos. No nos engañemos. La sociedad (el sistema) ha construido un mundo durísimo para muchos niños y niñas, aunque opino que no sólo están en el cuarto mundo, sino también en el primero.
La sociedad tiene nombres y apellidos. Despejemos la niebla e identifiquémonos asumiendo la parte que a cada cual le corresponde.
¿Qué tal si en breve se legisla para instaurar un Servicio Social Obligatorio de entre 6 y 9 meses. No me refiero a la mili, que para poco servía. Educadores sociales para un regimiento de adolescentes al término de la Selectividad. Período de aprendizaje de conceptos básicos de convivencia y vida: El valor del esfuerzo, su precio y su premio. El respeto a los mayores y a la autoridad, a uno mismo y a los compañeros de literas, la labor social, aprender a desarrollar el sentido de la responsabilidad, del trabajo en común.
Medio año sin teléfono móvil y sin televisión. ¡Qué tragedia! No hay cobertura. Falla el sistema. No quiero generalizar.
La chavalería, en general, es maja. Hay casos puntuales, claro. Pero la mayoría estudia desde los 2 hasta los 16. Van a inglés, música y practican deporte. ¿Les apuntamos a extraescolares de valores éticos? Así cuando tengan que ir al extranjero a trabajar, mandaremos jóvenes bien formados y bien educados. Pobres chavales, vaya sociedad exigente que les ha tocado. No les ofrecemos nada y les pedimos todo.
Pues seguiremos otros 2400 años con el mismo discurso, yo lo escuchaba a los 20 a los 30 y ahora pasados los 50 se lo oigo al los de 40.
A mi no me pegaban los profesores, tengo amigos que recibieron de lo lindo y lo único que consiguieron fue crear un odio tremendo hacia sus maltratadores.
Recuerdo como una profesora nueva duró menos de una semana dando clase por el comportamiento de los alumnos, teníamos 13 años y supongo que una educación exquisita porque fue hace 40 años.
Saludos Javier.
“La juventud de hoy ama el lujo. Es mal educada, desprecia la autoridad, no respeta a sus mayores, y chismea mientras debería trabajar. Los jóvenes ya no se ponen de pie cuando los mayores entran al cuarto. Contradicen a sus padres, fanfarronean en la sociedad, devoran en la mesa los postres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros”.
Sócrates (hace unos 24 siglos).
La verdad que me dais pena las personas que os dedicas a criticar a l@s jóvenes de hoy, tenéis un grave problema de memoria.
El padre de 2 maravillosos niños con muchos amigos todos ellos personas educadas y encantadoras.
“Dime de qué presumes y te diré de qué careces”.
(El siglo de Durango, 21 de diciembre de 2011)
Estimado Javier: No me voy a comparar con Sócrates ni de lejos pero generalizaba en esa cita que mencionas. Tú mismo hablas por tus dos maravillosos niños que supongo no serán excepción, así que ni ellos, ni quienes son como ellos entrarían en el saco del filósofo. Mi memoria, afortunadamente es muy cristalina. Yo mismo fuí un polvorilla y decían de mí que tenía azogue, pero ni por asomo falté al respeto a un profesor o a mis padres y si en clase el profesor me arreaba un bofetón o me castigaba, en casa el comentario era “será porque te lo merecías” y si te descuidabas de llevabas otro par de sopapos o te dejaban sin salir con los amigos el fin de semana. Me ponía de pie cuando entraba el profesor y aún me quito la gorra o el gorro cuando entro al despacho o a la oficina de otras personas y guardo la compostura. Además a mi edad es más propio recordar tus andanzas de niño y adolescente que aquellas historias de hace tan sólo 10 o 20 años. Será síntoma de alzheimer, pero así es. Recibe un saludo.
El águila domina el mundo entero. Nunca cambiará. Falla el sistema. Unos pagan y otros reciben, pero nada se queda en el camino. Así está repartido el sistema. Tienes toda la razón.