Ya es primavera

Como en esos grandes almacenes, en Durango Udala comienza el cambio de escaparate.

En breve, y después de vivir días de pasión, nos mostrarán otro escaparate totalmente renovado de un negocio del que se duda de la veracidad de las prendas que exponía.

El cambio de caras en la dirección no implica, y así se ha demostrado,  un cambio en la forma de hacer política. Un cambio demandado por muchos sectores de la ciudadanía duranguesa, harta de no ser escuchada, incluso ninguneada, en cada una de sus peticiones de mejora de calidad de vida en el pueblo en el que quieren vivir.

Años pidiendo lugares de esparcimiento para niñas y niños; en cambio subidas de impuestos y tasas, como las basuras y limpieza, sin mejoras del servicio a cambio; solicitando que se muestre interés por solucionar la calidad de un aire que nos dicen muy buena, buena o aceptable; subidas estratosféricas del IBI, sin una explicación lógica y sin hacer lo que debe una administración local con un derecho fundamental como es la vivienda; oscuridad y 30 de 33 puntos negros para la inseguridad de sus ciudadanía; suciedad mucha suciedad con un servicio diseñado para un Durango de hace más de 10 años.

Así de claro, sin refranes ni frases vacías, sin cortinas de humo, con argumentos, sin mentiras que la hemeroteca certifica una y otra vez y sin insultar ni menospreciar a nadie.

La transparencia no es algo que deja entrever las cosas, la transparencia es poder ver todas y cada una de las cosas que se hacen y que me pide quien me paga, estar a su servicio.

Por eso los escaparates al fin y al cabo lo único que hacen es cambiar las tendencias de cada temporada, retirar a la trastienda piezas para una posible venta posterior y colocarla en algún outlet. Puede volver a venderse, pero el negocio es el mismo y la gerencia también, así que esperamos y deseamos un cambio de gerencia y  no de propietario, porque ese ha sido, es y será el verdadero dueño del hasta ahora negocio de Durango.

Patxi L. Lakunza es concejal de Herriaren Eskubidea