Durango se rinde al feminismo urbano de la MTV

Parecía que el segundo concierto de la MTV Music Week Bizkaia iba a pasar sin pena ni gloria por Durango a la vista de las escasas cuarenta personas que entraron a Landako Gunea al abrirse sus puertas. Pero la jornada de feminismo urbano terminó, más de seis horas después, con un público más que entregado y la demostración palmaria de que las nuevas generaciones sintonizan completamente con las artistas que cantan al “yo decido el cuándo, el dónde y con quién”.

“Nosotras venimos por Brisa Fenoy porque nos gusta su ideología, lo que dice. Ya le conocíamos de antes de hacerse famosa”, aseguraban las berriztarras Nerea y Maite, de 16 y 17 años, que fueron las primeras en acceder al pabellón tras superar los férreos controles de seguridad. Y la autora de ‘Lo Malo’ no les defraudó. “Es una canción que se ha convertido en un himno mainstream y estoy encantada de que sea así porque lo que busco con mis canciones es provocar un pensamiento más crítico”, destacó Fenoy sobre el hit popularizado en OT por las ‘Aitana War’.

Sentada ante un teclado, la cantante algecireña también tuvo tiempo de interpretar temas dedicados a los refugiados y al 8M. “Se llama ‘Yo soy mi dueña’ —explicó— y tiene un vídeo que no existe porque se me acababan viendo los pezones y Youtube me lo censuró”.

Potente puesta en escena

Poderosas y comprometidas. Así se mostraron las cuatro artistas que la MTV subió ayer al escenario de Durango. Rompió el fuego la rapera bilbaína Aneguria y el ambiente empezó a caldearse con la argentina Nathy Peluso, que actuó en tercer lugar y fue jaleada sin parar por jóvenes y entusiastas admiradoras. Como Ane, Haizea, Jone y Marina, un grupo de amigas gasteiztarras a las que sus padres les recogían en coche tras el concierto, o como Laura, una bilbaína que aseguraba seguirle allá donde fuera. “Le he visto ya tres veces. ¡Es lo más!”, exclamaba.

Considerada el azote latino de la nueva escena musical, la argentina cautivó al público con su potente puesta en escena y su eclecticismo: hip-hop, R’n’B, bossa, trap, jazz… Verdadera, ‘sandunguera’ y sin etiquetas. “Lo que menos me importa es tu banana, acércate que te enseño katana”, entonó Peluso antes de que Landako Gunea recibiera a Mala Rodríguez con una atronadora ovación.

La rapera gaditana cerró el festival por todo lo alto con su habitual intensidad y su valorado discurso feminista: “Dime, ¿quién quiere alguien que le trate así? Duermo sola en mi cama, mucho que pensar, poco que decir. Otra vez, otra vez. ¿Quién me protege? ¡Yo, de frente!”.