“Me encantaría interpretar ‘La Traviata’ de Verdi”

A sus 29 años, la soprano Vanessa Goikoetxea es una de las nuevas promesas de la ópera internacional. La joven reside actualmente en Munich, ciudad en la que debutó el pasado año como la Musseta de la ópera ‘La Bohème’ de Puccini.

– ¿Cuándo decides que quieres dedicarte a la música? ¿Cómo fueron tus inicios?
– Creo que siempre he estado en contacto con la música. A los 6 años me apunté a las extraescolares de música en el colegio San Francisco, y estudié solfeo y acordeón con las monjas. Pero se puede decir que, cuando decidí realmente dedicarme a esto, fue a los 23 años. Estaba terminando la carrera de acordeón, me apunté en el coro del conservatorio porque hacían falta voces blancas para un concurso. Y al año siguiente vino una profesora nueva de canto, Agurtzane Mentxaka, que nos daba técnica vocal. Y fue la que me animó a dedicarme al canto más en serio. El canto nunca me había llamado la atención, y una vez que fui trabajando la voz me di cuenta de que me gustaba.

– Para continuar tus estudios te fuiste a Munich y Salzburg. ¿Se vive la ópera en las tierras germanas de forma diferente?
– ¡Es increíble como la gente acude a las óperas! Y no sólo es en la cuestión musical, sino en todo el tema cultural: museos, ballet, ópera… La gente va al teatro casi todos los días. Aquí tenemos por temporada cuatro o cinco óperas, pero allí casi se puede decir que cada día hay una cosa diferente. Un día hay una ópera, otro un ballet del Cascanueces, otro una ópera para niños??? se ven parejas con sus hijos de 5 ó 6 añitos.

– Háblanos de tu debut en la ópera el pasado año en Munich.
– El año pasado hice las audiciones para la ópera ‘La Bohème’. Había cientos de mujeres para interpretar la Musseta, que es el papel que yo interpreté. Fue la primera producción que he hecho en serio en un teatro, con una orquesta importante, la Bayerische Rundfunk Orchester. La experiencia para mí fue maravillosa, porque estaba todos los días en el teatro. La gente demostraba una profesionalidad impresionante y, según me han dicho, es así en todos los teatros. La organización, el vestuario con el director de escena, las pruebas de maquillaje… fue una experiencia muy bonita en la que disfruté y aprendí mucho, también de mis compañeros, que eran grandes cantantes.

– La voz es tu herramienta de trabajo, ¿cómo la cuidas?
– Como más cuido mi voz es descansando. Para mí es importante sobre todo cuando tengo una actuación, descansar durmiendo. Y luego hago una vida totalmente normal. Intento, si tengo una actuación, no estar en un bar con humo, no chillar, estar en un ambiente más relajado, abrigarme si hace frío… Porque la garganta se resiente con muy poquito. Pero no tomo huevos ni nada especial.

– El lunes ofreciste un concierto lírico en Matiena junto a Andeka Gorrotxategi. ¿Qué tal fue la experiencia de cantar con el tenor abadiñarra?
– Habíamos cantado antes juntos. La experiencia fue muy bonita, porque cuando cantas con otra persona, puedes interpretar. Han sido tres conciertos y esperamos que haya más.

– ¿Qué sientes volviendo a los orígenes?
– Yo lo que siento es un apoyo incondicional. En diciembre canté en el Euskalduna y es maravilloso cuando ves gente, amigos, familiares, que después del concierto te vienen y te dicen: ‘nos ha gustado, qué bien que vengas a cantar’. Lo que más siento es que la gente te apoya y que cuando vienes a cantar, van a hacer todo lo posible por ir a verte.

– ¿Cuál es la próxima obra que estás preparando?
– Lo más inmediato que tengo es la semana que viene. Canto en München el ???Così fan tutte???, de Mozart. En marzo ya hice un par de representaciones y termino este mes. Y en julio tengo tres conciertos en Rheinsberg, Alemania. Eso salió porque hice unas audiciones para hacer una ópera y me llamaron que querían mi voz para algunos conciertos.

– ¿Cómo es un día en la vida de Vanessa Goikoetxea?
– En un día normal. Por las mañanas me suelo dedicar a organizarme. Tengo una audición, tengo que preparar las obras, ir a la biblioteca, sacar fotocopias… Si es de un idioma que no conozco intentar estar con profesores que me ayuden con la fonética. Preparar la obra. Y luego estar con los pianistas, trabajar la línea musical, dar importancia a cada palabra de las obras. Si tengo clase de canto, me ayudan con los pasajes en los que tengo problemas vocales. Siempre mirando nuevo repertorio y, el día que tengo actuación, dormir hasta que el cuerpo diga ya, comer bien e ir a cantar.

– ¿Cuál es tu obra favorita?
– Me encantaría interpretar ‘La Traviata’ de Verdi. Es una obra difícil que requiere muchas cualidades vocales e interpretativas. Pero para mí es una obra fantástica. En la parte que a mí me toca, es una soprano que tiene que doblarse en tres. Porque primero canta lírico ligera, luego lírico, y, más tarde, la zona media-grave. Para mí es un reto y la tengo en el punto de mira.

– ¿Y la que has encontrado más difícil de interpretar?
– El ‘Così fan tutte’, porque el papel de la Fiordiligi es larguísimo. En las dos horas y media que dura la ópera sólo salgo de escena un cuarto de hora. Aunque no esté el 100% cantando tengo que estar interpretando, escuchando a los demás.  Mozart cuando quiere plasmar un momento de histeria lleva la voz a unos registros extremos, tanto agudos, como graves. Pero el cuerpo se acostumbra a base de cantarlo. El día de la premiere me hubiera podido cantar la obra tres veces seguidas, porque terminé la obra y ni me enteré de que habían pasado dos horas y media. La adrenalina hace que el cuerpo responda de una manera increíble.

– Has tenido numerosos profesores, ¿cuál es el mejor consejo que te han dado?
– Que yo sea yo misma encima del escenario. Que tengo que buscar un sello que, cuando la gente me oiga, diga: ‘ésta es Vanessa Goikoetxea’, porque tiene algo especial. Y eso es lo que trabajando, que cuando alguien me vea, aunque haya pasado un año, sienta que ya me ha oído cantar en algún sitio. También es importante salir al escenario y no pensar en nada más que cantar, porque si yo disfruto la gente va a disfrutar.