
Cuando José Luis Navarro accedió a la Alcaldía, en 2007, se comprometió a acometer la inversión necesaria para que Abadiño contara con un Ayuntamiento en condiciones. Aunque el principal problema radica en que la Casa Consistorial no cumple la ley de accesibilidad, la realidad también refleja que el edificio se ha quedado pequeño.
“No puede ser que no seamos los primeros en dar ejemplo en cuanto a la accesibilidad”, reflexionó ayer el mandatario abadiñarra. Navarro también quiere que la plantilla se encuentre más cómoda en su actividad diaria y que los servicios municipales se ofrezcan en las mejores condiciones posibles. “Es lo que la ciudadanía merece”, insistió.
Con este propósito, el Ayuntamiento finalizó hace unos meses la reforma de la antigua casa cural, un edificio de tres plantas de su propiedad que también está ubicado en la plaza San Trokaz y que será la sede de la Oficina Técnica.
Desde septiembre, y hasta que concluyan las obras de la Casa Consistorial, el arquitecto, el aparejador y otros técnicos de ese departamento comparten espacio con el área de administración y con la secretaria. Otros servicios, como euskera, igualdad y la Policía Municipal, se han trasladado provisionalmente a la mediateca.
Navarro quiere comenzar las obras de reforma, presupuestadas en 264.000 euros, lo antes posible. “El plazo de entrega de ofertas finaliza el próximo 13 de noviembre y si hay empresas interesadas, como parece, trataremos de agilizar en todo lo posible el procedimiento”.
Con un plazo de ejecución de cuatro meses, el alcalde confía en que la remodelación de la Casa Consistorial sea una realidad el próximo mes de mayo. Como principal novedad, se dotará al edificio de un ascensor exterior y se ampliará el espacio reservado para buena parte de los servicios.
Lo raro es que no se lo lleve todo a matiena, porque abadiño está abandonado a su suerte, por desgracia.