El Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Abadiño tiene previsto aprobar hoy en pleno los pliegos para licitar por segunda vez las obras de la cubierta de las piscinas de Astola, tras la renuncia del anterior adjudicatario. El presupuesto se ha elevado por encima del 40%.
El valor estimado del contrato de ejecución de la envolvente del vaso y su banda exterior (playa) en las piscinas municipales asciende a 1.473.627,65 euros (iva excluido) con un plazo máximo de ejecución de seis meses. El contrato se sacará a concurso público en los próximos días, habiéndose incrementado el presupuesto por encima del 40% con respecto a la primera licitación –410.345 euros más– para tratar de garantizar la máxima concurrencia de empresas en un proyecto que consideran “fundamental” para el municipio.
El nuevo importe contempla “la actual coyuntura económica y el incremento del precio” de materias primas y energía. “Es un proyecto prioritario para el Ayuntamiento, pero complejo y nos hemos topado con problemas que no podíamos prever. Hemos trabajado rápido para licitar por segunda vez, ampliando de manera significativa el presupuesto de licitación, por lo que confiamos en poder adjudicar en el menor tiempo posible”, ha explicado el alcalde, Mikel Garaizabal.
El proyecto para la envolvente de las piscinas municipales ha recibido en diciembre una subvención de 500.000 euros de la Diputación Foral de Bizkaia, con cargo a la última convocatoria de ayudas para instalaciones deportivas en la que ha conseguido la máxima puntuación.
Contrato para la gestión
El pleno de esta tarde debatirá además los pliegos que regirán el contrato del servicio de piscinas, consistente en la gestión y conservación de las instalaciones. El contrato tendrá una duración de tres años, con posibilidad de dos prórrogas de un año y tiene un presupuesto base de licitación de 1.906.569,26 euros (iva excluido).
Este pliego incorpora novedades importantes respecto al anterior para que el control sobre este equipamiento deportivo sea mayor, a través de un contrato de prestación de servicios que deja en manos del Ayuntamiento cuestiones importantes como el mantenimiento y la conservación de la instalación, en lo que se refiere a obras de mejora apremiantes, “lo que garantizará su óptimo estado en todo momento”.
Mayor control
En este sentido, el teniente de Alcalde, Javier Crespo ha hecho hincapié en el hecho de que “va a haber un mayor control por nuestra parte, de forma que estaremos al corriente de todas las necesidades que surjan para incorporar mejoras en el menor tiempo posible, siendo más eficientes en toda la gestión y garantizando un buen servicio a vecinas y vecinos”, subraya.
Además, el Consistorio se arroga la prioridad en el uso de determinadas instalaciones para el desarrollo de actividades municipales, y un mayor control económico sobre entradas y abonos. “Es un contrato de prestación de servicios y no una gestión integral, por lo que vamos a tener un mayor control de la instalación y sus necesidades, por lo que esperamos que las personas usuarias ganen en calidad del servicio”, ha insistido el concejal de Deportes, Patxo Campo.