Tras regresar a la competición hace quince días en Francia, donde ocupó el segundo puesto, Alain Arrizabalaga ha ganado el Mundial de Freeride en Nazaré.
Estos resultados han permitido al abadiñarra proclamarse campeón de Europa, empatado a puntos con Alex Mangiarotto, y liderar el Campeonato del Mundo a falta de una prueba en Japón.
Aunque Nazaré está considerada la capital mundial de las olas gigantes, la final estuvo a punto de suspenderse debido a la excesiva calma del mar. Finalmente se celebró con cinco horas de retraso.
La ceremonia de entrega de premios dejó a Arrizabalaga un sabor agridulce porque solo pudo subir a lo más alto del podio como ganador en Nazaré pese a que, en el Europeo, compartía primer puesto con Mangiarotto.
Revancha de Francia
“No sé qué pasó realmente. Hay quien me dice que, como la ceremonia se retrasó mucho y no preveían dos campeones empatados a puntos, le dieron a Mangiarotto el trofeo para no tener que dármelo a mí en dos ocasiones. En todo caso, me voy a enterar bien porque la realidad es que soy campeón de Europa”, narraba ayer mientras regresaba de Portugal a Euskadi.
En Nazaré, el abadiñarra se tomó la revancha de Francia y esta vez dejó a Mangiarotto en segunda posición. “Estoy muy contento porque completé una manga de las que dejan huella. El año que viene voy a machacar”, enfatiza quien fue campeón del mundo en 2008.
Su próximo objetivo es el Mundial de Japón, que se celebrará en otoño. De ganar esta competición, Arrizabalaga volvería a proclamarse campeón del mundo nueve años después y después de estar más de cinco sin subirse a la moto para competir.