Alain Arrizabalaga ha regresado a la competición por la puerta grande. El abadiñarra se proclamó ayer subcampeón de Freeride de motos de agua en el Campeonato del Mundo disputado desde el viernes en Biscarrosse (Francia).
Lo llamativo del puesto no es que Arrizabalaga se subiera al podio -ya llegó a ser campeón del mundo en 2009 de esta modalidad- sino que no competía desde 2011, cuando sufrió un accidente pilotando una moto acuática en Benidorm. De ahí que viajara a las Landas a probarse y tratar de clasificarse entre los seis primeros.
La confianza de Arrizabalaga fue creciendo según fue derrotando rivales, hasta el punto de imponerse en semifinales al dos veces campeón del mundo francés Jeremy Bosser. Pese a caer en la final contra Alex Mangiarotto, el abadiñarra ha recuperado sensaciones e irá a por todas en la segunda prueba del Campeonato del Mundo que se disputará del 19 al 21 de mayo en Nazaré (Portugal).
“Me hace ilusión porque es el sitio del mundo donde salen olas más grandes”, señala, satisfecho. Tras estas dos pruebas, Arrizabalaga analizará sus opciones en el Campeonato y decidirá si seguir adelante o no. “Habrá que mirar también si económicamente es viable porque, de momento, lo estoy costeando todo yo”.