Algunas de las pinturas halladas en la cueva de Askondo tienen 25.000 años de antigüedad

Arqueólogos de la Diputación de Bizkaia ha estudiado las representaciones descubiertas por un grupo de espeleólogos en la cueva de Askondo en Mañaria y ha determinado que algunos de estos restos tienen una antigüedad de 25.000 años. Se trata del tercer conjunto artístico más importante de arte paleolítico tras Santimamiñe y Arenaza.

El hallazgo se produjo en el año 2011. Un grupo de arqueólogos descubrió las pinturas y la Diputación, en colaboración con el propietario de los terrenos, precintó la cavidad para estudiar las representaciones halladas. Según explica la institución foral, se inició un estudio exahustivo de prospección y estudio de documentación del arte parietal, al que se creía que correspondían las pinturas y restos, que pretendía también evaluar el potencial arqueológico del yacimiento. El equipo técnico ha examinado una decena de pinturas, además de cerca de una treintena de restos dispersos de colorante, puntos, manchas, líneas.

El análisis realizado se ha centrado sobre una decena de representaciones figurativas pintadas en rojo -sobre todo caballos, también una mano antropomorfa- y cerca de una treintena de restos dispersos de colorante, puntos, manchas, líneas, etc… mayoritariamente concentradas en el área de entrada, y solamente tres series de líneas rojas situadas al fondo de la cavidad, a unos 150 metros de la entrada.

También se ha estudiado un hueso hincado en la pared, y que ha podido ser datado en 23.800 años. La Diputación destaca “la importancia de dicha fecha, ya que las cuevas decoradas de cronología tan antigua se realizaron en pintura roja y grabado, elementos que no pueden ser datados directamente. Por lo tanto, el hueso hincado de Askondo es uno de los elementos más importantes de la región cantábrica para datar ese tipo de arte parietal”.

Osos de las cavernas

La extensión excavada es muy limitada. Se abrieron cinco cuadros de 1m2, pero se profundizó en dos de ellos. Intercaladas a las fases de asentamiento humano, se ha documentado la sucesiva ocupación de la cueva por los últimos osos de las cavernas, anteriores a su extinción, cuyos restos óseos también han sido recuperados y estudiados.

Los especialistas destacan que “se trata de una cavidad que estaba considerada como destruida y que ha pasado a ser el tercer conjunto artístico más importante del paleolítico en Bizkaia -detrás de Santimamiñe y Arenaza- y a contener un yacimiento arqueológico de sumo interés”.