El Ayuntamiento de Amorebieta-Etxano aprobó ayer por unanimidad su segundo Plan Comunitario para la Prevención de Adicciones. Dirigido a toda la ciudadanía zornotzarra, tiene como objetivo informar y actuar “antes de que empiecen los problemas”, tal y como explicó la concejala de Acción Social e Igualdad, Ainhoa Salterain Gandarias.
El Plan recoge la actuación estratégica en materia de prevención hasta 2025. “Es importante que estas iniciativas tengan una duración determinada y se adapten constantemente a las nuevas realidades de la sociedad en la que vivimos, por eso también tiene como objetivo enseñar un uso seguro de Internet, las redes sociales, las apuestas o los videojuegos”, subrayó Salterain.
El proceso realizado para su elaboración ha tenido diferentes fases. El primer paso, el diagnóstico de la realidad, ayudó a identificar cuáles eran los usos y consumos con potencial adictivo en Amorebieta-Etxano. Para ello se realizó una encuesta a la totalidad de la población escolar de entre 10 y 18 años.
Así, 1.215 jóvenes zornotzarras contestaron sobre usos, consumos, opiniones y actitudes respecto a las drogas, las tecnologías de la información y comunicación, y el juego. Además, se realizó una revisión bibliográfica de las últimas investigaciones en materia de prevención de adicciones, así como de otros sondeos.
Se organizaron cuatro grupos de discusión, donde participaron un total de 57 personas, entre personal político y técnico municipal, educación y familias, salud y hostelería, y comercio y asociacionismo. Cada conjunto explicó su forma de ver la realidad, su valoración del plan anterior, y detalló las necesidades más apremiantes y sus propuestas.
Líneas de acción
“El II Plan nos da una dirección y nos permite trabajar, año tras año, en las líneas de acción prioritarias. Debe ser una herramienta de trabajo comunitaria y servirá para coordinar todos los programas que se lleven a cabo en el municipio”, adelantó Salterain. “Y estos se realizarán respetando nuestra diversidad e incorporando la perspectiva de género, de manera confidencial y promoviendo la participación”.
Tanto las instituciones como la población y las fuentes bibliográficas consultadas coinciden en que el trabajo preventivo debe comenzar antes, con el objetivo de proteger y reducir los riesgos. Otras necesidades detectadas son la ampliación de la oferta de ocio del municipio, proporcionar una respuesta al cambio de patrones en los consumos de sustancias y comportamientos susceptibles a generar adicción, y considerar imprescindible la participación ciudadana para lograr su propio bienestar.
El II Plan define 4 líneas estratégicas a desarrollar en los próximos años: prevención y la promoción de la salud; socializar la información para que la comunidad participe; concienciación; y creación de redes de colaboración y trabajo en equipo para garantizar abordajes integrales e interdisciplinares de las adicciones.
Evaluación continua
También se recoge un programa escolar donde se continuará con los talleres preventivos para el alumnado y se incorporará un proyecto sobre habilidades sociales y gestión emocional desde edades más tempranas. Además, se flexibilizará el contenido y el formato de la formación dirigida al profesorado, para que estos se puedan adecuar a sus necesidades y realidades.
El Consistorio apostará por las Escuelas para Familias con hijas e hijos entre 10 y 16 años y añadirá un nuevo grupo para 0 a 3 años. Del mismo modo, se mantendrá el servicio de información, orientación y asesoramiento. Por otra parte, se continuará con las intervenciones habituales y se recuperarán los proyectos que se vieron frenados por la pandemia.
Para finalizar, por cada acción y proyecto llevados a cabo, se recoge la necesidad de realizar una evaluación de proceso y de resultados. Anualmente se evaluará el Plan en su conjunto para comprobar que los objetivos marcados se van cumpliendo.