Ander Berrojalbiz profundiza en la historia de los durangueses ajusticiados por la Inquisición

Hija con lo listilla y cultilla que eres y con lo que “sabes” de todo que envidiosa pareces.

Buenas,

Soy Ander Berrojalbiz, el aludido. Por partes, en el Conservatorio de Música Bartolomé Ertzilla de Durango doy clase de Historia de la Música desde 2009, 4 horas lectivas semanales. El contrato de sustitución por el que doy clase lo logré en convocatoria pública (valoración de méritos), a la que pudieron presentarse todos aquellos que “se dedican a lo mismo” que yo. Siendo un proceso de selección público, si alguien cree que el proceso fue irregular, puede denunciarlo. Desde esta misma semana, también soy profesor de Análisis Musical en la misma institución. El contrato hasta fin de obra o servicio del que disfruto, también lo he logrado en un proceso de selección público (bolsa de trabajo con concurso de méritos y oposición); también han podido presentarse todos los que “se dedican a lo mismo” que yo (creo que la convocatoria y los resultados siguen en la web del conservatorio). Lo dicho, hay posibilidad de denuncia.

En cuanto a mis “conciertillos”, como los llamas, en Durango, mi agrupación (Khantoria) ha ofrecido conciertos organizados por tres instituciones distintas: el Conservatorio, El Museo de Arte e Historia y San Agustín Kultur Gunea. Asimismo, dado que la profesión de músico supone mandar propuestas, tocar puertas para presentarlas y dar los conciertos resultantes para poder comer, además de en Durango, hemos dado conciertos en multitud de salas y ciclos de distintos pueblos y ciudades dentro y fuera del País Vasco, cada uno con sus respectivos técnicos programadores. Con tus comentarios estás faltando al respecto a demasiada gente, por lo que entiendo el anonimato.

Respecto a mis “soporíferos libros”, una puntualización, lo publicado en Resquicios es un artículo, “La ética marxista…” es la reconstrucción de un ensayo de otro autor, en la que yo sólo escribo el prólogo y el epílogo. Además de estos dos escritos que se mencionan en este artículo, he publicado en colaboración con el Museo un folleto con el artículo “A propósito de un zortziko al que se llamó contrapás” y una semblanza del compositor durangués Bartolomé de Ercilla para Silboberri, en total unas 50 páginas. Esto es, éste sobre los herejes de Amboto es mi primer libro, propiamente dicho. Si los has leído, siento que te resulten soporíferos. De nuevo, creo que no opinan lo mismo que tú las personas de una revista, dos editoriales, un Museo y una asociación que decidieron publicarlos, y a los que tú faltas al respeto.

En la enumeración de mis “enchufes”, ya que casualmente sólo comentas los que se mencionan en el artículo, soy violinista de la orquesta de música antigua Al Ayre Español, con sede en Zaragoza, desde 2007. Accedí a la orquesta a través de una audición pública en la que podían participar todos los músicos interesados. Además, en 2014 gané la beca de creación artística otorgada por la institución Astarloa Kulturgintza. El tribunal externo a la institución que valoró los proyectos, seleccionó el mío por unanimidad. De nuevo la convocatoria fue pública y pudieron presentarse todos los que “se dedican a lo mismo” que yo. Y tú seguirías añadiendo personas a las que faltas al respeto.

Por último, señalar que a pesar de mis muchos “enchufes” y “padrinos”, desde que comenzó mi vida profesional, allá por 2007, ningún año he conseguido cotizar el año completo a jornada completa.

En fin, que si decides argumentar mejor tus injurias anónimas, algo muy propio de aquellos que denunciaban a sus convecinos ante la Inquisición, esta tarde estaré tocando el violín y hablando sobre la investigación acerca de los herejes durangueses en el Museo de Arte e Historia de Durango, a las 19:00, en la inauguración de la exposición “Los herejes de Amboto. Anno Domini 1500”.

Sólo me queda agradecer tus comentarios, porque como decía Ávida Dollars, “Lo importante es que hablen de ti, aunque sea bien”.