Este mes de abril se ha producido el primer asesinato de una menor de 5 años, Nadia, en el Estado, a manos de la pareja de su madre. El crimen machista tuvo lugar en Llano de Brujas (Murcia). La asociación Andereak de Durango lamenta profundamente este nuevo caso de violencia vicaria, “una forma extrema de violencia patriarcal en la que las criaturas son utilizadas para dañar a la madre”. Ante esta tragedia, reclama medidas de formación y sensibilización para involucrar a la familia extensa en el cuidado de niños y niñas.
La asociación duranguesa pondrá el foco en esta realidad en la concentración que ha convocado para mañana, día 24, a las 18.30 horas, en el pórtico de Andra Mari.
“La familia extensa –aclara Andereak– debería constituir el primer nivel de protección para las criaturas, pero para detectar posibles riesgos es imprescindible que reciba formación específica: conocer qué es este tipo de violencia, aprender a reconocer señales de alerta y saber actuar sin poner en riesgo ni a las criaturas ni a sus madres”.
Ándereak considera que las instituciones deberían promover este tipo de formación, que también contribuiría a prevenir casos de abuso sexual, la mayoría de los cuales se producen dentro de la familia y en el entorno de confianza de los niños y niñas.
Además, la asociación contra la violencia machista insiste en que toda la sociedad debería involucrarse en la protección de la infancia. “Desde colegios, clubes y asociaciones se deberían fomentar redes de apoyo familiar organizadas. Por ejemplo, designar personas disponibles para hacerse cargo de los niños y niñas, y promover que la familia más cercana mantenga una presencia activa en sus vidas”.
Tres mujeres asesinadas
En cuanto a las instituciones, Andereak subraya la necesidad de “favorecer líneas de comunicación directas entre las familias y los servicios de protección para mujeres y menores en riesgo de violencia.”
Por otro lado, el colectivo durangués lamenta el asesinato de tres mujeres este mes: Josefa, de 76 años, asesinada por su marido en O Bolo (Ourense); Diana Carolina, de 48 años, en Las Palmas de Gran Canaria; y Marta de 45 años en Calafell (Tarragona)- Esta última es la novena víctima oficial en el Estado este año.
“¿Hasta cuándo vamos a asistir impasibles a esta masacre?”, se pregunta la asociación duranguesa.