Aprender de nuestros mayores

Los durangarras con 60 años o más representan el 23% de la población y los de más de 80 años, casi el 6%. Con la finalidad de adaptarse a las necesidades del colectivo de personas mayores, Durango se ha convertido en el primer municipio de Bizkaia después de Bilbao que se ha sumado a la red ‘Ciudades amigables con la edad’. El programa se desarrollará durante cinco años aunque la idea es tener finalizado un primer diagnóstico para octubre.

‘Age Friendly Cities’ es un proyecto impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha cobrado mucha relevancia a nivel internacional en los últimos tiempos. Su propósito es crear entornos amigables para que las personas mayores pueden vivir diariamente sin depender de nadie y, al mismo tiempo, posibilitar que esa fase de su vida sea cada vez más activa y participativa.

“Tenemos mucho que aprender de las personas mayores”, destacan integrantes del grupo que impulsa la iniciativa en Durango desde hace año y medio.

Auspiciado por el Departamento de Acción Social del Ayuntamiento y la Universidad de Deusto, el proyecto ha sido enmarcado dentro de un proceso participativo en el que toman parte representantes de asociaciones de la localidad, el profesor de la Universidad de Deusto Pedro Fernández de Larrinoa y las responsables de las áreas de Acción Social y Personas Mayores, María Villar y Argiñe Larreategi.

Como objetivo a corto plazo, los responsables del proyecto quieren presentar para el 1 de octubre, Día Internacional de las Personas Mayores, un diagnóstico sobre la amigabilidad de Durango en relación a este colectivo. Para ello, unas 250 personas han dado respuesta ya a un cuestionario en el que se hacen preguntas sobre el transporte, la vivienda, los servicios sanitarios o la participación social, entre otras.

Proyecto “gratificante”

“Nos gustaría pasar de las 400, así que todas las personas interesadas pueden descargarse el cuestionario de la web del Ayuntamiento de Durango”, apunta Larrinoa.

Algunos de los durangueses que han aceptado ser el ‘motor’ de la iniciativa están más que satisfechos con el resultado. “Está resultando muy gratificante porque, de alguna manera, nos sentimos un poco dueños del proyecto. Esto es así porque no se ha contratado a nadie para hacerlo, sino que estamos siendo nosotros mismos los que lo estamos impulsando hablando con unos y con otros” destacan varios de ellos. 

En un somero análisis de las primeras encuestas se puede apreciar que Durango es una ciudad “básicamente amigable” con sus mayores, aunque también se detectan aspectos mejorables que tienen que ver con el transporte, los servicios sociales y la convivencia. “Mejor no dar más pistas de momento sobre a qué se refieren para no condicionar a la gente que todavía no ha respondido a la encuesta”, zanja Larrinoa.