
Bildu de Zaldibar, que gobierna con mayoría absoluta desde 2011, ha querido denunciar la gestión económica del PNV. A través de un folleto denominado ‘Libro negro’, se censura el “derroche de dinero público” que supuso el aumento en casi un 140% del presupuesto de las reformas de la Casa Consistorial y los defectos del nuevo campo de fútbol, cuya construcción costó cerca de los 2,5 millones de euros.
Con el fin de “arrojar luz sobre la gestión municipal”, la alcaldesa Arantza Baigorri y la teniente de alcalde, Carmen Sampedro, presentaron el viernes el primer capítulo de este ‘Libro Negro’. Dicha publicación, similar a la difundida por Bildu de Lemoa, se basa en dos cuestiones calificadas por las dos representantes como “legales, pero éticamente denunciables”: los gastos destinados a la reforma de la Casa Consistorial y a la construcción del nuevo campo de fútbol.
Más del doble de lo presupuestado
Según Bildu, el presupuesto destinado a las obras del Ayuntamiento creció un 138% entre los años 2002 y 2010, alcanzando un gasto final de 521.000 euros cuando la partida aprobada era de 219.000. Además, este “incremento desmesurado” impidió la finalización de las obras, dejando parte del edificio sin remodelar.
“Se instaló un ascensor para ajustarse a la normativa de accesibilidad, pero luego los usuarios se encuentran con una puerta de doble hoja de apertura manual”, relató Baigorri. Tampoco se reformó el espacio de trabajo de la plantilla, que se ubica “entre cables y muebles viejos”, mientras el anterior arquitecto “tuvo el capricho de hacerse dos oficinas para él solo”.
Asimismo, Sampedro criticó que el actual suelo de gres negro fue cambiado tres veces “por mero motivo estético” y que se llegaron a gastar más de 8.600 euros en una iluminación decorativa sobre las escaleras de acceso al primer piso “que no sirve para nada y en la que nadie repara”.
Deficiencias desde la inauguración
La construcción del campo de fútbol también sufrió dos modificaciones en su presupuesto inicial para “arreglar problemas derivados de una obra mal gestionada y mal realizada”. Las representantes de Bildu aseguraron que el día de la inauguración había goteras, problema que ha continuado hasta hoy.
“Hay humedades en los pasillos y en una escalera y las filtraciones de agua impiden el uso del ascensor y amenazan con afectar al cuadro eléctrico”, afirmaron. También recordaron, que cada vez que se regaba el campo –operación que hay que realizar antes de cada entrenamiento o partido, al ser de hierba artificial- 160 familias se quedaban sin presión de agua en sus viviendas.
“Esta falta de previsión supuso un coste adicional de 16.000 euros, al que tuvo que hacer frente el Ayuntamiento”, lamentó Baigorri. Cantidad que hubo que sumar a los casi 2,5 millones de euros del precio final, una cantidad “desorbitada para un pueblo del tamaño de Zaldibar”, manifestó Sampedro.
DURANGON. Noticias de Zaldibar