Bizkaia reconoce el legado de “inconformismo y libertad” de las mujeres condenadas por brujería

La presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, ha participado esta mañana en la celebración del Día de la Merindad de Durangaldea. En el acto, que se ha celebrado en la Casa de Juntas de Gerediaga, Otadui ha recordado los castigos que las autoridades de la comarca infringieron hace 400 años a las mujeres acusadas de brujería.

“Las Juntas de Durangaldea reunidas aquí y las Juntas de Bizkaia, bajo el Árbol de Gernika, fueron más duras con las supuestas brujas que los propios inquisidores llegados de Logroño o Madrid” ha destacado Otadui ante los alcaldes y concejales presentes.

Tras admitir que se desconocen los nombres de aquellas mujeres, a diferencia de “los de los ‘fieles’ que se reunían en Gerediaga”, la presidenta ha querido reivindicar hoy “su legado de inconformismo y su grito de libertad”. Asimismo, ha apostado por “dar pasos hacia una más efectiva y real igualdad entre hombres y mujeres que termine de una vez por todas con la violencia contra las mujeres”, y ha reafirmado el compromiso de las Juntas Generales por “visibilizar a las mujeres en la historia de nuestra Bizkaia”.

Sociedad inculta

Tal y como recoge el manifiesto firmado hoy y como también ha relatado Maite Arrese, quien ha ejercido como narradora, este año se conmemora el 400 aniversario de la liberación de las últimas mujeres acusadas de brujería y encerradas en la cárcel de Astola. Un año antes, el 3 de septiembre de 1617, los fieles (alcaldes) de la Merindad de Durango, reunidos en las Juntas de Gerediaga, tomaron la decisión de perseguir a las “brujas”.

Con esta decisión hicieron caso omiso del informe elaborado por el inquisidor Alonso Salazar y Frias después de los juicios de Zugarramurdi, en el que afirmaba que la brujería era “fruto de los mitos y miedos de una sociedad inculta”. La investigación de este hecho ha corrido a cargo del historiador Jon Irazabal, autor también del libreto ‘Historias de mujeres, clérigos y legos en las Tierras de Durango’.

El acto ha dado comienzo con las dantzaris del grupo Beti Jai Alai de Basurto, que al son de la música han interpretado la dantza Jaurrieta. Más adelante, dentro de la propia ermita y guiados por el durangués Felix Arkarazo, además de la presidenta de Juntas Generales, han tomado la palabra Nerea Mujika, presidenta de Gerediaga Elkartea, y Aitor Lopez, presidente de la Mancomunidad de la Merindad de Durango.

Perdón a los descendientes

En el manifiesto, además de pedir perdón a los descendientes de aquellas mujeres por el daño producido, las autoridades presentes hoy en Gerediaga han prometido que sus instituciones condenarán todas aquellas acciones que vayan en contra de la igualdad de hombres y mujeres y de la libertad de pensamiento, conciencia y creencia.

Entre los firmantes se encontraban la Presidenta de las Juntas Generales, Ana Otadui; la presidenta de Gerediaga Elkartea, Nerea Mujika; el presidente de la Mancomunidad de la Merindad de Durango, Aitor Lopez; el alcalde de Abadiño, Jose Luis Navarro; el alcalde de Atxondo, David Covos; la concejala del Ayuntamiento de Berriz, Lorea Rementeria, y el concejal del Ayuntamiento de Durango, Jose Maria Andrés.

También han estado presentes la alcaldesa de Elorrio, Idoia Buruaga; el alcalde de Garai, Gontzal Sarrigoitia; el alcalde de Iurreta, Iñaki Totorikaguena; la alcaldesa de Izurtza, Lorez Muñoz; el alcalde de Mallabia, Igor Agirre; el alcalde de Mañaria, Endika Jaio; la concejala del Ayuntamiento de Otxandio, Miren Urgoitia; y la alcaldesa de Zaldibar, Eneritz Azpitarte.