Cáritas inauguró ayer su nuevo proyecto ‘Etxepel’, gestado desde hace más de tres años debido a la demanda detectada entre personas en situación de grave exclusión. El centro, que ocupa el convento cedido por las Siervas de Jesús en Durango, es el segundo de esta entidad en Bizkaia y el primero que se abre fuera de Bilbao. El proyecto busca dar “una respuesta integral” a la gente sin hogar, un colectivo que no coincide necesariamente con el de los sin techo.
Quienes entienden de exclusión social explican que las personas “normalizadas” afrontamos una media de tres o cuatro sucesos vitales estresantes a lo largo de nuestras vidas: la muerte de tu pareja, enfermedades, despidos, desahucios, separaciones… Las personas que Cáritas engloba en el ‘sinhogarismo’, y a quienes está dirigido el centro de Durango, hacen frente a una media de catorce. Cinco de ellos antes de llegar a los 30 años.
Esta es la razón por la que ‘Etxepel’ busca más allá de un techo donde poder dormir. Quiere ser “un hogar cálido” acompañado de un proyecto de reintegración a la sociedad. “Hay gente que vive en una pensión pero está terriblemente sola”, destaca su coordinador, Alberto Estefanía.
Centro de día en marcha
Los tres servicios que se quieren ofrecer desde el antiguo convento de la calle Intxaurrondo son: un centro de día, una pensión social y los denominados ‘pisos de autonomía’. El único que se ha puesto en marcha desde hace unas semanas es el primero. Cuenta en la actualidad con seis usuarios, aunque tiene capacidad para veinte.
Con el centro de día se cubrirán sus necesidades básicas –además de desayuno y comida disponen de un lugar donde poder ducharse y lavar la ropa- y, al mismo tiempo, se fortalecerán sus habilidades sociales por medio de talleres, deporte y actividades relacionadas con la horticultura.
Piso donado por la parroquia
En el caso de los ‘pisos de autonomía’ cuentan ya con uno de cuatro habitaciones que ha sido donado por la parroquia de Durango, por lo que es posible que pueda empezar a funcionar “en breve”. Estefanía explica que estas viviendas son “el último eslabón del proceso de incorporación social” al ser el puente entre la pensión social y la autonomía personal. La idea es promover una red de entre 9 y 13 pisos.
Al tratarse de un proyecto que requiere financiación institucional, los plazos menos concretos son los que tienen que ver con la pensión social. Aun así, desde Cáritas creen que el servicio podría echar a andar a lo largo de 2015.
Recobrar energías
Los usuarios encontrarían, en este caso, “un lugar seguro y digno donde residir, donde recobrar energías para afrontar los retos personales y, a la vez, un lugar de referencia”. Las habitaciones acondicionadas como pensión serían las antiguas celdas de las monjas.
‘Etxepel’ cuenta con el “apoyo estable” de diez personas voluntarias de Cáritas Tabira, además de un educador social y un trabajador social que han sido contratados. La presentación del centro tuvo lugar ayer y acudieron la alcaldesa de Durango, Aitziber Irigoras, junto al vicario territorial y párroco de Durango, Agustín Maíz; el director de Cáritas Bizkaia, Carlos Bargos, y otros responsables.