Pero, ¿por dónde pasa el tren?

Por la vía… Cállate tonto que ya lo sabía

Disculpen la entrada pero el fiasco que está cometiendo el Gobierno Vasco a los durangueses es para apuntar y no olvidar. La impotencia que tienen que sentir los y las durangarras ante semejante despropósito y abandono por parte del desgobierno que estamos padeciendo en Gasteiz, cuando ven pasar el tren desde una caravana perenne, es ya insostenible.

Unas vías que colapsan Durango e impiden el crecimiento y la prosperidad de un pueblo dividido por la incompetencia de quienes tienen el compromiso y la responsabilidad de solucionar este problema. Veremos si esta próxima campaña electoral tienen de nuevo la desfachatez de montar otro circo en Durango con dinero público para distraer una vez más las conciencias duranguesas.

El tren del Lehendakari, el tren de la distancia

Y es que el tren de Patxi López también pasa por la vía, una vía que se encuentra casi a 6.000 kilómetros de Euskadi donde luce palmito, mientras la sociedad vasca celebra que acaba de conquistar el fin de ETA. Es esa misma sociedad la que también mira con perplejidad cómo un Lehendakari perdido en un tren por EE UU, transmite una imagen muy torpe de lo que no somos los y las vascas con discursos improvisados y alejados de la realidad social que malamente representa.