El Día del Disfraz de los ‘Sanfaustos’ se ha convertido un año más en una de las jornadas más animadas de las fiestas. Desde primeras horas, ‘tribus’ urbanas de personajes de lo más variopinto han coloreado todo el Casco Viejo con disfraces que oscilaban entre la comodidad de los trajes comprados y la imaginación de los hechos artesanalmente.
Aunque en muchos casos había de las dos cosas: complementos adquiridos en la tienda especializada para dar aspecto de disfraz a ropa de uso diario o agenciada para la ocasión. Entre los grupos ha destacado una tamborrada al completo; un rebaño de ovejas donde éstas departían amigablemente con los pastores, los perros y el lobo; una cuadrilla de cazafantasmas, y otra de pollos asados que se ha encargado de estimular el apetito moviéndose de bar en bar a la hora del poteo.
Junto a ellos, los picapiedra, mimos, buceadoras, gitanos, heavys… arrancaban sonrisas con sus poses.
Los niños han tenido su txoko especial en Andra Mari, donde han disfrutado de talleres y espectáculos de payasos, aunque muchos de ellos no se separaban de su clan.
El buen tiempo ha favorecido el ambiente callejero, que han animado con su música y cantos la Banda y el Orfeón.