Condenan a 9 años de cárcel a un vecino de Durango que rompió la nariz a su expareja

La sección sexta de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a un vecino de Durango a un total de nueve años de prisión como autor responsable de un delito de lesiones causantes de deformidad, con agravante de parentesco, y de otro de detención ilegal. El hombre, de 31 años, rompió la nariz a su expareja y la retuvo en su domicilio durante más de dos horas.

La sentencia, dictada el pasado 27 de marzo, también obliga al condenado a abonar una indemnización de 3.870 euros y le prohíbe comunicarse con ella o aproximarse a menos de 500 metros durante dieciséis años.

Los hechos tuvieron lugar a finales de diciembre de 2013 en la casa del hombre con quien la víctima había convivido y mantenido una relación de pareja durante varios años. Aquel día él le había invitado a comer para que conociera el lugar donde estaba viviendo.

Los problemas comenzaron en la sobremesa cuando ella trató de abandonar el lugar para dirigirse a su casa y vio que la puerta estaba cerrada con llave. Forcejeó con su expareja y consiguió salir al descansillo, pero él la introdujo de nuevo en la vivienda.

Contra la pared

Tratando de convencerle para que abriera la puerta, la demandante volvió a arrebatarle las llaves. Cuando llegaba al ascensor, el condenado la golpeó, “lanzándola contra la pared, le agarró del cuello y, cuando la mujer trató de gritar y pedir ayuda, el acusado le tapó la boca y siguió golpeándola por todo el cuerpo”, tal y como se considera probado en la sentencia.

Un rato después, y tras haber permanecido “más de dos horas en el interior de la casa contra su voluntad”, precisa la resolución, la mujer logró escapar.

Golpes y hematomas

De allí se dirigió al ambulatorio de Durango para que le atendieran de diferentes golpes y hematomas. Entre ellos, una fractura de los huesos de la nariz que precisó de una férula de sujeción y que le ha dejado, como secuelas, dificultades respiratorias.

Posteriormente se trasladó a la comisaría de la Ertzaintza para interponer la denuncia. La instrucción la llevó a cabo el Juzgado de violencia sobre la mujer número 4 de Durango, que en julio imputó al hombre por un delito de lesiones y otro de coacciones.

La acusación particular calificó los hechos como un delito constitutivo de lesiones con deformidad y otro de detención ilegal, mientras la defensa solicitó la libre absolución del imputado.

La sentencia de la Audiencia Provincial de Bizkaia le ha condenado, finalmente, a cuatro años y seis meses como autor de un delito de lesiones causantes de deformidad y, a otra pena de cuatro años y seis meses, por un delito de detención ilegal.