Iban a ser 34 los niños y niñas que estaba previsto que aterrizaran hace unos días en el aeropuerto de Loiu, pero finalmente llegaron tres menos. Durangaldea ha vuelto a volcarse con el pueblo saharaui y ha hecho posible que estos menores pasen el verano lejos del achicharrante sol de los campamentos de Tinduf a través de los programas Vacaciones en Paz, Río de Oro y el campamento de la asociación Hamadako Izarrak.
La acogida ha sido calurosa y así pudo comprobarse en la recepción que se les ofreció ayer en el salón de plenos de Durango y en la que también tomaron parte el alcalde de Abadiño, José Luis Navarro, y la concejala de Hiri Ekimena Alba Gutiérrez, en nombre del Ayuntamiento de Amorebieta.
“Somos conscientes de la grave situación que están atravesando en los campamentos, por eso, el Ayuntamiento de Durango, adquiere, una vez más, el compromiso de velar, en defensa de la paz y apoyar y defender los derechos del pueblo saharaui”, declaró la alcaldesa, Aitziber Irigoras, ante un acto que también contó con la presencia de una joven bielorrusa.
Los menores han llegado a la comarca a través de diferentes proyectos. La Asociación Río de Oro ha gestionado el acogimiento de diecisiete de ellos tomando el relevo de Herria en el programa Vacaciones en Paz. Los nueve que sufren alguna discapacidad se alojarán todo el verano en el albergue de Izurtza, mientras que los otros ocho lo harán con familias de Durango, Abadiño y Amorebieta.
Solidaridad creciente
“De éstos últimos, tres repiten y cinco son nuevos”, apuntó Mikel del Arco. El portavoz de Río Oro también quiso remarcar la creciente solidaridad de las asociaciones y clubes de Durangaldea que han puesto en marcha diferentes iniciativas para respaldar económicamente estos proyectos. “Estamos encantados porque este año se han organizado más actividades que nunca y, a pesar de que nos inquietaba un poco el hecho de asumir campañas que antes las impulsaba Herria, todo está saliendo genial”.
Los catorce menores restantes, todos de 12 años, vivirán estos dos meses en Abadiño junto a los integrantes de Hamadako Izarrak. “Es su tercer y último verano”, confirmaron desde la asociación.
“Hemos vuelto a abrir nuestras puertas al pueblo saharaui y estamos encantados de que estéis con nosotros. También queremos agradecer a todas las personas que han participado en estos programas porque, sin vuestro trabajo, esto sería imposible”, agradeció la teniente de alcalde Pilar Ríos.