Denuncian por prevaricación a la alcaldesa y al candidato de EH Bildu de Atxondo

La empresa Norvisa Promociones, que construyó las viviendas de Barraski cuyas obras se encuentran paralizadas desde hace tres años en Apatamonasterio, ha presentado una denuncia por prevaricación contra la actual alcaldesa de Atxondo, Rosa Elizburu, y el anterior regidor y candidato a la Alcaldía por EH Bildu, David Cobos. Los doce pisos de esa promoción están habitados por okupas desde hace un tiempo.

La denuncia está motivada por dictar “resoluciones administrativas injustas”, según recoge el escrito presentado ayer por el administrador único de Norvisa, Pablo Félix Santamaría, ante el Juzgado de Instrucción número 2. El texto añade que el propósito del Ayuntamiento es “hundir la promoción” con la finalidad de favorecer “políticas sociales, al permitir que los okupas permanezcan en el edificio a costa de la propiedad privada de Norvisa”.

El convenio entre Norvisa y el Ayuntamiento de Atxondo contempla, según la denuncia, que la constructora realizaría un primer pago de 120.000 euros correspondientes a las labores de urbanización y que la administración local se comprometía a terminar “antes del verano de 2012 la urbanización que afecta al bloque 3”. Posteriormente la empresa debía abonar otra cantidad que el Ayuntamiento cifra en 300.000 euros.

Aunque “las viviendas se encuentran acabadas hace bastante tiempo”, tal y como certifica el arquitecto de la promoción, éstas no han podido conectarse a los servicios de saneamiento y abastecimiento por “no estar realizada la urbanización”. 

Licencia caducada

La denuncia refleja también que la empresa constructora está “atada de pies y manos”, mientras “los denunciados, en lugar de cumplir el convenio, declaran la caducidad de la licencia y reclaman la liquidación de los gastos de urbanización, obviando lo pactado y arruinando la promoción”.

En el escrito presentado ante el Juzgado de Instrucción consta que son tres los pasos dados por el Ayuntamiento para “hacerse irregularmente con la propiedad de Norvisa”. En primer lugar, “provoca la paralización de la obra”; después “declara la caducidad de la licencia” y, por último, “liquidar los gastos de urbanización ejecutando la carga registral, que revertirá los solares y edificios al Ayuntamiento, por un incumplimiento que el propio Ayuntamiento maliciosamente ha provocado”.

Los denunciantes alegan, asimismo, la existencia de irregularidades urbanísticas en la promoción de Barraski, tales como la demora en la ejecución de la urbanización “que Construcciones Lasuen debía terminar en el año 2010” o “la negativa del Ayuntamiento a aplicar la penalización por retraso”.

Para finalizar, la denuncia señala que la administración local impuso el soterramiento de una línea de alta tensión “que no preveía el Proyecto de Urbanización” en beneficio de una parcela situada al otro lado de la carretera, “donde Construcciones Lasuen tenía previsto ejecutar pabellones industriales y donde ahora pretende ejecutar 100 viviendas”.