Un hombre de 43 años fue detenido el miércoles, tras una denuncia interpuesta en Durango, acusado de intentar obtener fotografías de contenido sexual de varias menores de edad mediante una aplicación para móviles. El arrestado solicitó a una durangarra imágenes íntimas, tanto suyas como de una amiga, a cambio de dinero.
La investigación se inició el pasado mes de diciembre, tras la denuncia interpuesta por los familiares de una joven de Durango afirmando que un varón había contactado con su hija, menor de edad, por medio de una aplicación de chat, pidiéndola que le enviara fotografías íntimas suyas y de una amiga a cambio de dinero.
Las pesquisas practicadas por la Ertzaintza permitieron identificar al acusado, un varón de 43 años, que fue arrestado en la tarde del miércoles en Basauri por un presunto delito contra la libertad e indemnidad sexual. Durante el arresto, los agentes hallaron imágenes de adolescentes de contenido comprometedor. El hombre ha declarado esta mañana en el juzgado de Durango.
Consejos de la Ertzaintza
Especialistas en delitos informáticos de la policía vasca imparten, desde hace más de seis años, charlas en colegios de todo Euskadi para mostrar a los escolares cómo evitar ser víctimas de delitos a través de sus teléfonos móviles, de internet y de las redes sociales y en caso de serlo cómo actuar. El engaño, coacción y acoso a menores, conocido como ‘grooming’ es uno de los mayores riesgos que puede encontrar un menor en las redes sociales.
Para evitar ser víctimas de esta clase de delitos, se proponen una serie de normas básicas de seguridad: precaución a la hora de relacionarse con desconocidos en las redes sociales y de grabar o difundir imágenes íntimas o de contenido sexual; no facilitar la contraseña a nadie por muy amigo que creamos que sea (la contraseña es propia, individual e intransferible); ni introducir las contraseñas en páginas web que no tengan que ver con el servicio original.
También aconsejan no guardar o intercambiar fotografías comprometidas incluso con las parejas o amistades más íntimas, ya que las relaciones se pueden romper; y estar atentos ante posibles cambios de comportamiento en la red de personas cercanas, dado que siempre existe la posibilidad de que le hayan invadido la cuenta.
En el caso de menores, la recomendación a los padres y madres es que supervisen las comunicaciones de sus hijos e hijas a través de esas redes y alerten a la Ertzaintza en caso de que haya sospechas de delito.