Dos bilbaínas ganan Bizikletarte con “una simbiosis” entre la naturaleza y lo artificial

El Ayuntamiento de Durango ha otorgado el premio Bizikletarte de este año a Oihane Amurrio y Aitziber Escudero. Su instalación será uno de los elementos visibles de la Semana de la Movilidad de Durango, que se celebrará del 16 al 22 de septiembre.    

El concurso, que se convoca por tercer año consecutivo, busca sensibilizar sobre la movilidad sostenible a través del arte.

Amurrio y Escudero, ambas bilbaínas y con estudios artísticos, sostienen que” la sostenibilidad implica la convivencia en total armonía de lo artificial con lo natural”, de ahí que hayan apostado por una intervención artística “llena de contrastes”.

Según las autoras, la intervención ganadora parte de la bicicleta -artificial- para abstraer su estructura. Para ello se basan en una rueda similar a la que se considera el primer ‘ready made’ de Marcel Duchamp -un objeto sacado de un contexto original y convertido en arte para forzar al espectador a pensar- hasta eliminar su funcionalidad como tal. El objetivo es suprimir su carácter de objeto convirtiendo su materialidad en sustancia protagonista de la obra.

La parte viva de la instalación la conforman las plantas. La idea es crear una “simbiosis” entre la naturaleza y lo artificial a través de una estructura metálica que forma una especie de cono que protege metafóricamente las plantas.

Frente a Landako Gunea

Sobre la ejecución de la obra, las artistas subrayan que “debemos centrar especial atención en la estructura compuesta. Es decir, debemos crear un espacio lógico, ordenado y en armonía. Para ello, es muy importante estrechar lazos entre materiales; esto es, aunque los materiales usados sean, en cuanto a su composición y uso completamente distintos, nosotras los aunaremos creando una estructura clave. Nada quedará fuera de lugar, sino será un baile entre diferentes materiales y estructuras creando una única pieza, cargada de significado.”

En cuanto a la localización del proyecto, han decidido colocar la instalación en una zona verde muy transitada del municipio -concretamente frente al pabellón multiusos de Landako- para resaltar la conexión con la naturaleza y que la obra gane en visibilidad.