Durangairea reclama mediciones “al menos en 20 kilómetros a la redonda” del vertedero de Zaldibar

Ante los acontecimientos del desastre del vertedero de Zaldibar, desde la plataforma para la calidad del aire Durangairea queremos sumarnos públicamente a las reclamaciones que se están vertiendo desde la ciudadanía hacia las Administraciones públicas y actores responsables de este desastre ecológico que está poniendo en riesgo la salud pública y el medio ambiente.

Queremos antes de nada enviar nuestro pésame a los familiares de las dos personas sepultadas en el derrumbe del vertedero y mostrar también nuestra indignación porque no se haya dado un tratamiento, cuanto menos, más sensible y solidario hacia ellos en todo este proceso.

Por otro lado, seguimos los acontecimientos de esta crisis con mucha preocupación. En primer lugar, porque no vemos que se esté gestionando desde el primer momento de acuerdo con los principios máximos de prevención y precaución que requiere cualquier política de gestión medioambiental y de salud pública: “mejor prevenir que curar” y ante la duda o incerteza, “aplicar el principio de prudencia”.

Desgraciadamente, nos encontramos con que los principios generales que deberían regir nuestras políticas medioambientales no siempre se llevan a la práctica con el celo que deberían (más bien al contrario), por eso ocurre con mayor o menor gravedad, según el caso, lo que dice el refrán: “de aquellos polvos, estos lodos”.

Es cierto que esta situación es “inédita y de máxima complejidad” como declaraba el martes el lehendakari Urkullu en su comparecencia parlamentaria, pero se podría haber evitado si todo se hubiera gestionado desde el principio con rigor y diligencia. No parece un accidente fortuito, sino consecuencia de un cúmulo de factores de mala praxis, ilegalidades y control defectuoso, tanto por parte de la propietaria Verter Recycling 2002 como por parte de las Administraciones públicas encargadas de licitar y controlar su actividad; y cada vez estamos conociendo más datos que apuntan en esa dirección.

No basta con tener una licencia de actividad ni con redactar informes de deficiencias (en el caso de que se lleguen a redactar), sino que es necesario garantizar que se cumplen y subsanan las obligaciones y deficiencias respectivamente. En materia de protección y salud ambiental no basta con cumplir mínimos, debemos ser especialmente escrupulosos y exigentes. Ningún sistema de gestión o beneficio económico debería estar por encima de sus riesgos y consecuencias sobre el medioambiente y la salud, porque de nada sirve entonces hablar de sostenibilidad ni de desarrollo, es “pan para hoy y hambre para mañana”. Por este motivo exigimos también que los ayuntamientos, diputaciones y Gobierno Vasco, revisen a fondo todos los vertederos y sistemas de tratamiento y eliminación de todos los residuos generados o tratados en Euskadi, para prevenir y corregir posibles irregularidades, así como minimizar los impactos de sus focos de contaminación.

Con respecto a la calidad del aire y después de conocer las elevadas concentraciones de dioxinas y furanos (sustancias altamente tóxicas) procedentes de los incendios del vertedero de Zaldibar, teniendo en cuenta que no existen límites por debajo de los cuales se garantice que estas sustancias son inocuas para la salud (más bien al contrario) y que son sustancias bioacumulables, exigimos al Gobierno Vasco que realice mediciones de estas sustancias al menos en 20 kms a la redonda de la zona cero, tanto en aire como en agua, cultivos y ganadería, para que informe permanentemente y con transparencia, de acuerdo con el art. 3.2 de la Ley Vasca de Medio Ambiente sobre el derecho a la información de la ciudadanía, con el fin de tranquilizar a la población, o bien, de adoptar protocolos más estrictos de protección ambiental y salud pública por parte de los ayuntamientos.

Entendemos que no se deberían escatimar recursos técnicos y económicos ante situaciones extraordinarias de esta gravedad, porque la tranquilidad y la salud de la población no tienen precio. Y para evitar situaciones futuras de esta complejidad, exigimos que se adopten políticas y mecanismos de gestión preventivos más eficaces y ambiciosos que los empleados hasta ahora.