El proyecto de la línea de alta tensión Güeñes-Itsaso, que atravesará Durangaldea a través de 22 kilómetros, vuelve a encontrarse con la “total oposición” de los municipios afectados. Tras permanecer seis años paralizado por las alegaciones presentadas por ayuntamientos y particulares, se presenta con un nuevo trazado que no dista mucho del original y reabre las dudas sobre su utilidad y sus efectos sobre la salud.
La nueva línea diseñada por Red Eléctrica de España (REE) retoma un proyecto planteado en 2011, de 72,5 kilómetros, paralelo a la AP-8. El plan original era que comenzara a construirse en el 2013, para entrar en funcionamiento dos años después. Las alegaciones presentadas por los consistorios de Amorebieta, Iurreta, Garai, Berriz, Mallabia y Zaldibar -así como de otros ayuntamientos y particulares- lograron detener momentáneamente su puesta en marcha.
Seis años después, el plan se ha reactivado. Con ligeras modificaciones respecto al proyecto original, la línea de 400 kilovatios de doble circuito pretende volver a atravesar la comarca y las movilizaciones para detenerla han comenzado de nuevo.
Afecciones “inasumibles”
Los ayuntamientos de Durangaldea han manifestado su “total oposición al proyecto” y han anunciado que actuarán “de forma activa, realizando cuantas acciones sean necesarias”. Una moción que plantea estos puntos ha sido aprobada recientemente por unanimidad en los plenos municipales, en la que también se solicita al resto de instituciones implicadas “que se pronuncien desfavorablemente a este proyecto, por carecer de justificación suficiente y ser inasumibles sus afecciones desde el punto de vista de la salud, ambiental, social, paisajístico y económico”.
Paralelamente, regidores y concejales de EH Bildu de Durangaldea, junto al alcalde independiente de Garai y representantes de las plataformas Eguzki y EHNE, se manifestaron públicamente contra la pretensión de REE. “Es un proyecto que no es necesario. Con la actual infraestructura se produce más del doble de electricidad (105.300 megavatios) de la consumida en el mayor pico de demanda del año pasado (40.490)”, expone la alcaldesa de Zaldibar Arantza Baigorri.
Núcleos urbanos
Y por encima de estos datos, surgen las dudas respecto a su afección a la salud de las personas. “Falta mucha información y estudios al respecto. Y los que hay, se basan en los efectos de la línea por separado, pero hay que recordar que irá en paralelo a la que ya existe y atraviesa muchos núcleos urbanos densamente poblados”, añade.
También genera rechazo sus efectos ambientales y económicos. “En Zaldibar atravesará el corredor del Goierri, único paso natural en Bizkaia para que la fauna atraviese la N-634, y en cuanto a su coste, será sufragado a través de nuestras facturas de electricidad, que destinan un 20% a mantener la línea y a nuevos proyectos”, denuncia.