Durango es el cuarto Ayuntamiento de la comarca que se posiciona públicamente en contra del fracking. La iniciativa pretende frenar los cinco permisos que se han solicitado -uno de ellos ha sido concedido ya- para iniciar las extracciones de gas en la zona.
La moción presentada por Fracking Ez Durangaldea fue respaldada con los votos de Bidu, PSE y Aralar. El PNV se abstuvo y el PP votó en contra.
Aralar arrancó el debate asegurando que no entendería que algún grupo eludiera apoyar el texto después de que la Corporación aprobara tiempo atrás, por unanimidad, un manifiesto en contra del cambio climático. En todo caso, advirtió su portavoz, las extracciones “son una amenaza real” que se impulsan con dinero público.
Desde el PP se instó a revisar las consecuencias de esta técnica “antes de tomar decisiones precipitadas”, mientras que el PSE puso énfasis en “los riesgos medioambientales y para la salud” que los expertos vinculan con el fracking.
Bildu cuestionó que se plantee esta técnica como una alternativa “a un modelo energético agotado” y abogó por tener en cuenta otro tipo de iniciativas, como las que plantea Berdeago en la feria que celebra en Durango.
El PNV, por último, mostró su disposición a “no poner obstáculos a la moción”, aunque solicitó un “análisis más profundo”.
Prohibido en Francia y Bulgaria
Fracking Ez Durangaldea lleva meses alertado sobre los riesgos que entraña el uso de la fracturación hidráulica para la extracción de gas no convencional, tanto para la salud de las personas, como para el medio ambiente. Esto es así, aseguran, por la elevada probabilidad que hay de que se contaminen suelos, acuíferos e, incluso, aguas superficiales.
El fracking ha sido prohibido, por estas razones, en países como Francia y Bulgaria. En Alemania, Irlanda y Bélgica se han establecido moratorias, y Chequia ha establecido prohibiciones temporales.