
El equipo femenino de División de Honor logró la plaza que necesitaba para seguir luchando en la élite del atletismo nacional. El equipo más joven de la historia del club logró mantener la categoría en un final apoteósico, en el que, tras cuatro horas de competición, el descenso se jugaba en la última prueba de la tarde.
El Bidezabal empezó dominando la competición con una muy buena actuación de las lanzadoras de martillo que se adaptaron muy bien a la lluvia, que aunque no intensa, no dejo de caer durante toda la tarde en la capital asturiana.
La valiosa victoria de Arrate Lastra en pértiga, unido a los puntos de los dos segundos puestos cosechados por la atleta argentina Soledad Donzino, hacían soñar con la permanencia al club durangarra.
La igualdad entre los tres equipos y la regularidad de puestos medios de las atletas del Bidezabal hizo que a falta de las pruebas de fondo, en las que el equipo de Landako estaban en desventaja, el Bidezabal ocupara holgadamente la segunda posición, a doce puntos del tercer clasificado que era en ese momento el Playas de Jandia.
Con todo esto, a falta de las pruebas de relevo, el Bidezabal llegó con un punto de ventaja sobre el equipo de Fuerteventura por lo que el asegurar los relevos era algo primordial y más cuando los nervios estaban a flor de piel.
El buen relevo del 4×100, segundo, con una gran ultima posta de la atleta cadete Ariane Unzueta y un cuarto puesto del Playas Jandia dejaba a tan solo 2 puntos la salvación y así se llego al 4×400 en donde el Bidezabal solo tenía que asegurar no quedar ultimo o que el equipo insular no ganase la prueba, labor a la que colaboró el Ourense Caja Postal que, ya descendido, logró imponerse y dar la salvación a nuestro club que luchará el próximo año de nuevo con los mejores equipo del atletismo español.
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