El departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno Vasco, Euskal Trenbide Sarea (ETS) y el Ayuntamiento de Durango mantuvieron ayer una primera toma de contacto para hablar del futuro de la parcela de 60.000 metros cuadrados liberados tras el soterramiento del ferrocarril en la localidad. Más de diez años después, estos terrenos siguen pendientes de urbanizar.
En la reunión se dio a conocer que se cerrará un convenio de cesión de uso de la antigua traza ferroviaria después de que el Consejo del Gobierno vasco aprobara la pasada semana la desafección de este tramo, cercano a los dos kilómetros de
longitud y que ocupa alrededor de 16.700 metros cuadrados. Responsables municipales anunciaron su intención de acometer “en el plazo de tiempo más breve posible” el proyecto para convertir ese espacio en una vía verde.
En el transcurso del encuentro celebrado en Bilbao, el viceconsejero de Infraestructuras y Transportes, Pedro Marco; el director general de ETS, Ernesto Martínez de Cabredo, y la alcaldesa de Durango, Mireia Elkoroiribe, también mostraron su “buena disposición para la búsqueda del mayor consenso posible” sobre los antiguos terrenos del tren. El propósito, aclararon, es “avanzar en una solución jurídica y económicamente viable que permita recuperar para la ciudadanía un espacio ubicado en el corazón del municipio”.
También tomaron parte en el encuentro la directora de Infraestructuras del Gobierno Vasco, Loly de Juan, y las representantes municipales Jesica Ruiz, Sara Oceja y Josune Escota, acompañadas por el arquitecto y un técnico jurídico de ETS.
La sentencia no afecta al PERI
Todas las partes coincidieron en que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) sobre el PAU no afecta a la legalidad del PERI Ferrocarril, “siempre que se respeten los porcentajes destinados a vivienda protegida acordes a la normativa vigente”.
Tras este intercambio de impresiones, el Ayuntamiento de Durango confirmó “su voluntad de comenzar cuanto antes a trabajar en un proyecto viable que rebaje las alturas de las edificaciones –uno de los aspectos más cuestionados del plan original era que contemplaba cinco torres de hasta 18 alturas– y responda a las necesidades de los y las duranguesas, para lo que contará con su participación”.
Esto es eficacia, así se gestiona, zorionak