Es hablar de la bajada del río de los ‘Sanfaustos’ y a la mayoría nos viene a la cabeza la imagen del gentío que se suele arremolinar en Santa Ana para aplaudir a los osados navegantes. Pero quienes han surcado alguna vez el Mañaria saben de primera mano que la aventura comienza mucho antes.
Los primeros trajes de neopreno se dejaron ver a las cinco de la tarde junto a la ikastola Ibaizabal. Un año más, los treinta integrantes de Geu Be inyectaban calor y color a los prolegómenos del acto.
Con llamativos maillots y tutús naranjas, se convirtieron ayer en la tripulación ‘Geubetel’ en un guiño a Intxaurre elkartea como txupineros de las txosnas. Acomodada en la silla de plástico que le iba a acompañar durante el chapuzón, Pantxike no perdía detalle de la escena.
Poco a poco, las embarcaciones empezaron a llegar a Tabira. La de Berbaro y una familia de Athleticzales subidos a una tabla de surf fueron de las primeras en tomar posiciones.
Palets, flotadores gigantes… cualquier cosa servía para lanzarse al agua. La travesía Tabira-San Agustín partía minutos después para recorrer los recovecos ocultos del Mañaria.
Otra presa
Caídas y tropezones aparte, la bajada volvió a ser una fiesta y el público lo agradecía con su aplauso en cada uno de los puentes que iban superando: el que une la calle Tabira con el parque infantil, el de Laubideta y el del Kili-Kolo.
Antes de cruzar estos dos últimos llegaba el primer obstáculo importante de la aventura. Una presa menos conocida que la de Santa Ana que hay que salvar antes de atravesar Laubideta. No demasiada gente lo conoce, pero es el primer punto en el que la gente de Ourdaybi coloca el tobogán que facilita el paso de los participantes.
Los gritos de ánimo que arreciaron en este punto acompañaron a la flota hasta alcanzar el emplazamiento preferido por los durangueses y duranguesas para disfrutar del acto. Pinondo y aledaños. Ya quedaba menos metros para atracar las embarcaciones en San Agustín.
(Reportaje fotográfico que respeta el orden cronológico de la bajada del río Mañaria. Desde que los participantes se visten y se echan al agua en Tabira hasta que superan la presa de Santa Ana)
Yo si que quiero comentar que cada año participa menos gente en la bajada, para mí la del pasado martes fue muy triste. Se debería fomentar de alguna manera, va a llegar un año en el que la bajada se va a quedar sin gente y eso no puede pasar.
Yo si que quiero comentar que cada año participa menos gente en la bajada, para mí la del pasado martes fue muy triste. Se debería fomentar de alguna manera, va a llegar un año en el que la bajada se va a quedar sin gente y eso no puede pasar.