El Ayuntamiento de Durango ha denunciado en la Ertzaintza la okupación de la antigua sede de Correos por parte de Kaletik Gaztetxera y ha solicitado su desalojo inmediato como medida cautelar debido “al grave estado” del inmueble. A media tarde, integrantes del movimiento juvenil han comparecido ante los medios de comunicación para reclamar que se siente a negociar, que cese la “persecución policial” y que se quite la denuncia a los dos jóvenes a los que responsabiliza de la apertura del nuevo gaztetxe.
En este sentido han explicado que esta mañana han acudido dos policías al antiguo edificio de Correos y que, tras identificar a un joven que se encontraba en el interior, “han establecido un control de acceso para no dejar entrar a nadie”. También les han comunicado que el Ayuntamiento ha iniciado el proceso de desalojo por la vía legal.
En su nota de prensa, la administración durangarra deja claro que no reanudará las negociaciones con Kaletik Gaztetxera “mientras no finalice la ocupación del edificio”, pero los portavoces del movimiento juvenil han respondido que no están dispuestos a hacerlo porque, pese al informe técnico que esgrime el Ayuntamiento, el interior del inmueble “está en condiciones” después de 15 años en desuso.
También han invitado a la ciudadanía a estar pendiente de las movilizaciones que convocarán en los próximos días y a sumarse a la lista de adhesiones que están recabando entre asociaciones locales. Su intención es utilizar este edificio como gaztetxe “mientras no lo derriben” para que la juventud durangarra pueda disfrutar de una oferta de ocio que se ajuste a sus inquietudes con espacios para grupos que se dedican al teatro, la música y la danza, una bertso-eskola, así como cursos de autodefensa y de actividades deportivas, entre otras disciplinas.
“Garantizar la seguridad”
La sede que Correos tenía frente a la Casa Consistorial se encuentra en proceso de demolición “al no poder ser rehabilitada”. Responsables municipales han asegurado que el edificio “supone un peligro para quienes accedan a él. Existen riesgos graves, como caídas desde la barandilla y el hueco sin cerrar del ascensor, lo que refuerza la necesidad de un desalojo urgente para garantizar la seguridad”.
Desde el Ayuntamiento explican, además, que en todo momento han mostrado su disposición a buscar una solución a través del diálogo con Kaletik Gaztetxera y que el 2 de diciembre mantuvieron una reunión con sus integrantes “en la que se acordó continuar trabajando para que puedan contar con un espacio en el que desarrollar su proyecto”.
Sin embargo, tras su decisión “unilateral” y su negativa “a abandonar” el edificio okupado, la administración local ha optado por romper la comunicación.