El Museo abre con Ismael Iglesias un ciclo con artistas locales

El Museo de Arte e Historia de Durango inaugurará hoy, viernes, a las 18.30 horas, la exposición ‘Begizulo’ del artista Ismael Iglesias. La muestra forma parte del ciclo que ha programado con cinco artistas locales que fueron premiados con las becas ‘Durango Sor(tzaileen)leku’, que fueron impulsadas por el Ayuntamiento para tratar de paliar el impacto de la covid-19 en el sector cultural.

También Jone Ertzilla (E x 3), Nerea Gastón (Lavaderos de Barrenkale), Karlos Martínez (Un agujero en el cielo) y June Baonza (Ama ta asunak) podrán dar a conocer la obra en el Museo hasta finales de noviembre. La directora del espacio, Garazi Arrizabalaga, y los representantes municipales Julián Ríos y Ane Abanzabalegi, en compañía de Iglesias y Ertzilla, presentaron ayer la iniciativa en rueda de prensa.

“Gracias a estas becas, diferentes durangueses han tenido la oportunidad de desarrollar su trabajo en condiciones más adecuadas, y ahora podrán exponerlas ante todas y todos los durangueses”, han subrayado.

Las exposiciones se irán alternando en las próximas semanas en diferentes espacios del Museo.

• ‘Begizulo’ (Ismael Iglesias) – Del 9 al 25 de septiembre (planta baja y segundo piso)

En la exposición, el artista durangarra profundiza en la idea de la pintura como portal, puerta, ventana desde la que observar lo sublime, ofreciendo al espectador la posibilidad de escapar de lo real a través sus obras.

Iglesias se sirve de la luz para proponer una escenografía “que hace que todo parezca un cuento que, en ocasiones, puede ser una pesadilla o un lugar maravilloso”. Con referencias a la cueva de Mari del Anboto, el creador se encuentra en un momento de “reflexión” que puede ser determinante en su trayectoria. “Quizá ha llegado la hora de arriesgarse y coger el camino del vídeo”, ha anunciado.

“Aunque yo lo hacía para mí, pintar siempre me resultó algo heroico y puede ser un buen momento para cambiar”, ha añadido.

•  ‘E x 3’ (Jone Ertzilla) – 30 de septiembre – 23 de octubre (segunda planta)

Ertzilla ha querido dar libertad a sus ritmos creativos, de ahí que no presentara a la beca un proyecto cerrado. La propuesta que trasladará al Museo son dos proyecciones audiovisuales en las que ha trabajado bastante con la luz, “que es algo que me interesa bastante”.

Sobre el hilo argumental de su primera exposición, la joven artista prefiere no dar demasiadas explicaciones para “no limitar las percepciones” de quienes acudan a verla. “Quiero que tengan la experiencia de estar allí y ver qué les sugiere”.

• ‘Lavaderos de Barrenkalea’ (Nerea Gastón) – Del 7 al 30 de octubre (planta baja)

El proyecto se trata de una propuesta para la creación de unas jornadas culturales en torno a los lavaderos de Barrenkalea en Durango y que posteriormente se ha ampliado a otros que hay en la localidad. La idea es poner en valor unos espacios que hoy en día se encuentran en un estado de abandono notable y poner el foco en el reconocimiento de la memoria histórica de las principales usuarias de los lavaderos, que fueron las mujeres.

• ‘Un agujero en el cielo’ (Karlos Martinez) – Del 28 de octubre al 27 de noviembre (segunda planta)

Las obras parten desde el dibujo hacia la escultura para finalmente ser fotografiadas en el antiguo territorio industrial de Durango. “Estos conjuntos serán instalados atendiendo a las características concretas del espacio en el espíritu de los procedimientos de la disposición representativa de las arquitecturas efímeras”, destaca Martínez.

“De hecho, se podría decir –prosigue– que todas las obras estarán compuestas por las especificidades que determina el lugar, abordando los potenciales formales, funcionales y metafóricos de los huecos. No se tratará únicamente de pensar las historias del lugar en sus cualidades de recuerdos y narraciones múltiples, sino más bien dar voz a lo que, por regla general, permanece en silencio material”.

• ‘Ama ta asunak’ June Baonza – Del 5 al 27 de noviembre (planta baja)

El proyecto persigue hablar de la maternidad y de renunciar a ella, “convertirla en materia, lanzarla a la sociedad y difundirla”. En palabras de Baonza, se trata de “crear un espacio para reconocer y compartir la pérdida social que genera el aislamiento de experiencias y vivencias. Elecciones que nos generan preguntas, decisiones, renuncias e incomodidades; ajenas a la norma y que nos hacen dudar. Los que aguijonean, pinchan, ofenden y nos pican”.