Con motivo de los actos organizados por el 25 de noviembre, Amorebieta-Etxano celebró ayer el coloquio ‘Berdintasun Berbaldiak’ en el Zornotza Aretoa con Mireia Izagirre y Miren Eeles. En el acto, las dos protagonistas hablaron sobre música e interpretaron distintas canciones con la coral Abes-Kimu.
“La música es un idioma universal, es vida para mí”, apuntó Izagirre, mientras que Eeles hizo hincapié en que “la pasión es fundamental para dedicarte a este mundo”.
Izagirre proviene de una familia en la que nunca ha faltado la música. “Que una madre cante a su bebé después de nacer es importantísimo por que la música es sentimiento, emoción”, explicó. Eeles recordó una infancia similar: “Aprovechaban para cantarme en inglés y mi amama me cantaba en euskera. Así fui aprendiendo”, destacó.
Debido a su diferencia de edad, sus trayectorias están en diferentes puntos. Izagirre se dedica profesionalmente a la música dando clases de solfeo y piano, y también dirige la Coral Zornoza y Abes-Kimu abesbatza. En su caso, comenzó a formarse a los 7 años. “El de la música es un mundo duro porque hay que estudiar mucho y a veces te dan ganas de tirar la toalla, pero da mucha felicidad”.
Lactancia y trabajo
Miren Eeles, que actualmente estudia magisterio, tiene la música como pasión. Toca el ukelele, el violín, la trikitixa y el piano. “No he parado de formarme. Empecé con el piano pero he ido cambiando porque me hace feliz experimentar con diferentes instrumentos”.
A lo largo del coloquio, las protagonistas también coincidieron en que para las mujeres resulta difícil dedicarse a este mundo. “Algo no cuadra cuando, a pesar de que en el Conservatorio abundan las mujeres, los que acaban destacando son los hombres”.
“Elegir esta vida supone abandonar muchas cosas, tenemos una mochila”, insistió Izagirre. En su caso, madre de dos hijos, tuvo que compatibilizar la lactancia de uno de ellos con un curso de dirección. “El centro adaptó una clase para que pudiera dar el pecho a mi hijo y después también utilizaron el mismo sistema con otras mujeres”, explicó.
Izagirre también cruzó otra barrera cuando se convirtió en la primera a coral Zornoza, integrada únicamente por hombres. Una experiencia “fantástica, en la que me lo pusieron muy fácil desde el principio. Estoy encantada”, .